Rosario Piedra Ibarra, quien rindió protesta ayer como nueva presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), es una académica y psicóloga de 68 años de edad, con trayectoria como activista contra la desaparición forzada.
Ibarra Piedra tiene maestría en Psicopedagogía por la Escuela de Ciencias de la Educación, licenciatura en Psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y se ha desempeñado también como profesora de educación especial.
Es hija de Rosario Ibarra, activista mexicana defensora de derechos humanos y fundadora de ¡Eureka!, un comité de familiares de desaparecidos y perseguidos políticos opositores al gobierno, creado en 1977.
La nueva ombudsperson ha sido activista, junto con su madre, desde la desaparición forzada de su hermano Jesús Piedra, miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre, en la década de 1970 en Monterrey, Nuevo León.
Gracias a la trayectoria como activista y defensora de los derechos humanos, su madre fue condecorada este año con la Medalla Belisario Domínguez; sin embargo, le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador conservarla hasta que se sepa el paradero de los miles de desaparecidos y se haga justicia.
La ahora presidenta de la CNDH fue candidata a diputada federal por Morena en 2018 y fue secretaria de Derechos Humanos del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido, cargo que ocupaba hasta el día de su elección.
Su cercanía con el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador es una de las causas por las que senadores de la oposición cuestionan y rechazan su nombramiento; no obstante, Rosario asegura que se conducirá con total imparcialidad.
Rosario Piedra rindió protesta ante el pleno del Senado, tras un proceso que fue calificado por la oposición como un fraude. La ceremonia se realizó entre empujones de los senadores del PAN y Morena.