Mi recuerdo más cercano de Sara García fue cuando interpretó a la nana Tomasa en Mundo de juguete, recuerdo que el trágico final de la telenovela revelaba que su presencia en la telenovela había sido una especie de ‘sueño’ de Cristina Salinas (interpretada por Graciela Mauri) y la hermosa casita de muñecas donde vivía no existía.

Sin embargo, la carrera de Sara García es tan vasta que realmente no existe un número exacto de películas en las que participó, la lista es interminable.

Ella nació en Orizaba, Veracruz el 8 de septiembre de 1895 y murió el 21 de noviembre de 1980 en la Ciudad de México a la edad de 85 años. Ella desde los 45 años fue considerada para muchos personajes de abuelita. La leyenda cuenta que para interpretar un personaje se quitó los dientes… verdad o no, lo cierto es que fue abuela en el cine antes de incluso ser madre en la vida real.

Sara García trabajó con los más grandes de la industria cinematográfica mexicana, desde Joaquín Pardavé hasta Vicente Fernández. Sus películas se transmiten una y otra y otra vez en la pantalla chica y sigue vigente en la industria del espectáculo.

Su imagen sigue siendo parte de la marca de chocolate Abuelita. Bajo el auspicio de La Azteca, ella firmó el contrato para que su imagen formara parte de los empaques y de la marca. Cuando Nestlé compra La Azteca decidieron mantener esta imagen que ya es tan familiar para los mexicanos. En su momento ella realizaba los comerciales que se transmitían por televisión.

Su muerte se debió a un paro respiratorio derivado de una neumonía. Ella cayó de las escaleras de su casa y se fracturó la cadera por lo que fue hospitalizada. Si bien el golpe fue duro no fue la causa de su muerte como muchos creen.

Sara García participó en el cine, la televisión, el radio, el teatro y en musicales, su carrera fue prolífica y exitosa. Incluso su trabajo fue reconocido en Italia, España, Estados Unidos y Latinoamérica.

Su última cinta fue Sexo vs. Sexo en 1980 y su última telenovela fue Viviana en 1978, protagonizada por Lucía Méndez y Héctor Bonilla.

Esta distinguida actriz mexicana ha logrado trascender las décadas y sigue siendo conocida, incluso por las nuevas generaciones.

Un gran recuerdo para ella y sus múltiples trabajos que han alegrado y hecho llorar a muchas personas.