Desde hace varias semanas se ha dado a conocer que Donald Trump, el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, no las trae todas consigo en materia de preferencias electorales, de cara a la elección presidencial que se llevará a cabo el martes 03 de noviembre de este tan complicado 2020.
A menos de 100 días de las elecciones, la RealClearPolítics (RCP) y su promedio de sondeos nacionales, afirma que si las elecciones fueran el día de hoy, el candidato demócrata Joe Biden, le sacaría por lo menos 9.3 puntos porcentuales al amigo de López Obrador, el famoso Donal Trun, como él le llama. Vaya, la última encuesta de The Washington Post y la cadena de televisión ABC, coloca al candidato demócrata con 15 puntos de ventaja en la carrera presidencial.
Por es no es menor comentar sobre la primera visita del Presidente de México a la capital norteamericana de hace unas semanas.
Se estima, según el censo de Estados Unidos del 2017, que de los casi 57 millones de latinos que viven en los Estados Unidos, más del 63% es de origen mexicano, o sea, más de 36 millones, por eso la importancia de construir una narrativa de involucramiento de este sector en su discurso de campaña.
La mayoría de los analistas políticos coincide que el Presidente de México fue citado, o invitado por el Presidente que busca la reelección, tratando de mover la preferencia electoral de los mexicanos que viven en ese país y que pueden ejercer el derecho de votar, mismos que parecían molestos por el trato verbal recibido por el Presidente-Candidato al afirmar que la construcción del muro fronterizo iba a ser pagado por los mexicanos.
El Presidente norteamericano sabe perfectamente que el discurso radical que utilizó en su primera campaña, en esta ocasión no le iba a dar resultado, por eso era tan importante mandar un mensaje, a través de una fotografía y una declaración conjunta, que su relación con el Presidente de los mexicanos era de lo mejor y con espíritu colaboracionista.
Mientras que por parte del Presidente Mexicano, lo más relevante era mandar un mensaje sobre la importancia que va a tener el T-MEC en la promoción del crecimiento económico del empleo y de la prosperidad de ambos pueblos. Allá no pudo convencer a Trump de que ya no se debe hablar de crecimiento económico, si no de bienestar, como afirma en nuestro país.
Es muy probable que en su momento, la visita pudo haber tenido el impacto esperado, a pesar de que un día antes de la llegada del Presidente de México Trump se haya tomado una fotografía junto a su orgulloso muro, pero pasados algunos días, no parece haber sido suficiente para modificar las tendencias electorales y menos ese voto mexicano.
Si a eso le sumamos que al huracán Hanna no le gustaba uno de los tantos muros que Trump mandó a construir a lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos, pues fue fácil que con vientos de un poco más de 100 kilómetros por hora, se viera su derrumbe prácticamente en el momento en el que estaba ocurriendo.
Es decir, se le cayó el muro a Trump y con él, parece que también sus posibilidades de reelegirse como el 46º Presidente de los Estados Unidos.
Foto: Presidencia de México
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