No es desconocido que muchos asocian la edad madura con la inutilidad y en estricto sentido no estarían faltando a la verdad sobre todo en lo que a actividades físicas de alto rendimiento se refiere. En este sentido el tiempo no perdona a nadie, pero hay quien se va a los extremos pues el estándar de “viejo” no viene en ningún instructivo.
En alguna charla con Cesar Luis Menotti, hablamos de la veteranía de los jugadores y me dijo; “Depende de la posición, de los jugadores con los que los asocies pero en el futbol yo pondero mucho más la velocidad mental, que la física. Cualquier joven es capaz de correr y correr, es su naturaleza pero si no se detiene una fracción de segundo para pensar, para definir sirve de muy poco. Si fuera solo cuestión de correr todos podrían ser futbolistas y no es así. El balón es el que corre, el que avanza, un jugador con velocidad mental te aporta muchísimo más tres jovencitos sin ella. El sabrá en que momento pausar, en que momento adelantar, cuando correr, cuando soltar el balón. Las actas de nacimiento poco saben de futbol, reconociendo que todo tiene una fecha de caducidad”.
Hace algunos meses, luego de fracasar siendo eliminados en casa por el Atlas, e incluso con una alineación indebida producto del nervió, de la poca claridad mental del momento los Tigres de Miguel Herrera fueron eliminados en su casa. “El equipo se volvió viejo. Necesita un cambio generacional” y al hoy técnico de Xolos, tenía un punto pero no la verdad absoluta, esa misma platilla llena de viejitos, con apenas alguna incrustación tres doritos después volvió a ser campeón del futbol mexicano. Algo que con él no pudieron lograr siendo un año más jóvenes o menos rucos.
Y lo que son las cosas; Pizarro, Gignac, Carioca, Nahuel, los más “rucos” del once del Tigres fueron piezas fundamentales del título, siendo capaces de arropar y potenciar a un Córdova en el momento justo del campeonato para que se convirtiera en el jugador más valioso ¿hubiera lucido así, hubiera sido tan determinante como lo fue en la liguilla sin estos honorables veteranos? Yo considero que NO, el enorme liderazgo de estos le quito llevar ese peso y pudo lucir sin candados, sin la presión de echarse el equipo al hombro. Mientras las criticas se enfocaban a la falta de velocidad, a la edad de las figuras, gol a gol aparecía Córdova partido tras partido. Hay jugadores que sirven para asumir ese liderazgo, hay quienes necesitan del liderazgo de otros para explotar.
Desde hace poco más de una década Tigres encontró una manera de tener éxito a golpe de chequera construyo grandes planteles de la mano del Ingeniero Rodríguez, de Miguel Ángel Garza, de Alberto Palomino y bajo la tutela de Ricardo Ferreti. Cada torneo, por plantilla arrancaban como favoritos al título y lograron más éxitos en ese tiempo que ningún otro equipo.
Sin embargo, llego el punto de quiebra. Acusaciones por el dinero gastado, repartición de comisiones y contubernios con el promotor Ronald Baroni detonaron la bomba, hubo un manotazo en el escritorio de parte de los ejecutivos de Cemex para decidir un cambio de ruta y rumbo.
Aún en medio de esa tempestad sobre malos manejos los títulos logrados significaban una bandera muy alta para quien llegara a suplirlos. ¿Se gastaron fortunas? Cierto, como también se lograron más de 10 títulos, una final de Libertadores y del mundial de clubes. Cruz Azul y Toluca en ese mismo periodo gastaron mucho más dinero que Tigres trayendo petardos, tras petardo. Directivos, entrenadores y promotores se hicieron millonarios, pero en lo deportivo entre los dos equipos solo lograron ganar un miserable título.
El peso y la gloria del pasado reciente significaría para quienes llegaran una aduana que solo podrían superar si empezaban a ganar títulos, para apaciguar a las fieras de las comparaciones odiosas. A la era del “tuca” no se le podían recriminar sus logros y sus títulos, el único prietito en el arroz era las formas en que los habría logrado. Ganaba, pero practicaba un futbol mezquino, poco espectacular decían sus detractores, así que ese era un punto fundamental para los que llegarán; seguir ganando títulos, pero con un futbol más atractivo.
No es un secreto que “regiolandia” es un mundo aparte viven con una enorme intensidad y pasión el amor por sus equipos. En lo social, en lo deportivo hay una encarnizada rivalidad contra los habitantes del centro de la república. Los “chilangos” no son bien vistos, ni gozan de buena reputación para los regios, eso es un hecho y sucede desde hace muchos años y no solo por el futbol.
A pesar de ese entorno la dirigencia de Mauricio Doher y de Cemex se decidió por elegir a un “chilango” para reencauzar el proyecto. El elegido fue Mauricio Culebro, un directivo con buena reputación y curriculum pero con pasado americanista y que además, llegaría de “Chilangolandia”. De entrada, esto no sería bien visto en “regiolandia”.
¿A quién eligió Culebro como técnico para empezar su ciclo? Se decidió por un hombre de su confianza que el América le dio resultados y éxito; Miguel Herrera. Era otra apuesta arriesgada y antipopular para los aficionados de Tigres. No era la capacidad ni las formas de juego del nuevo timonel lo que molestaba, sino su pasado en la dirección de rayados y que se trataba de otro “chilango” mandando en su equipo.
El reto era ganar títulos, jugando bonito. Si lo conseguían el odio se transformaría en amor lo tenían muy claro. Pero en dos temporadas, ni titulo, ni juego bonito, lo único que obtuvieron fueron muchas declaraciones desafortunadas por parte de Miguel. El proyecto tuvo que ser abortado.
Ser espectacular podía esperar siempre y cuando se lograran títulos. El proyecto Culebro, tenía que dar resultados exitosos o estaría en riesgo de ser desechado. Por eso tenían que ser muy precisos en la elección. Cocca, había salido de Atlas un año después de haber sido bicampeón, cuando ni siquiera le alcanzo para la repesca.
El técnico argentino quería ir a dirigir a Europa, el Elche de su promotor Bragarnik estaba desahuciado, el descenso era inminente así que tuvo que esperar. Cocca, le dijo que NO a pumas cuando se reunió con ellos y a un par de equipos más. Cuando llegó la llamada de Culebro y de Tigres, no podía decir que NO. Habría cartera abierta, el mejor salario de su carrera y una plantilla con una calidad espectacular y una afición impresionante. Con muchísimo menos salió bicampeón.
Por eso cuando le preguntaron si traía a Laínez, Cocca le dijo que si, también exigió a otro “9” matón por si Gignac tenía un bajón de juego y llegó Nico Ibáñez, el campeón de goleo. Pero antes de que estos llegaran y que el argentino palomeara a los refuerzos le pidieron sinceridad absoluta al argentino. La selección en el mundial fue un desastre, y Cocca por su bicampeonato, por su estrecha relación con Grupo Orlegi sería un candidato natural.
Dejar a un equipo para dirigir a una selección en un mundial para el cual ya estas calificado por que serás anfitrión es un deseo natural para cualquiera, es lo lógico, es aspiracional. Por eso Culebro y Doher le preguntaron; “Diego, si tu deseo es dirigir a la selección nos parece perfecto, es natural, te lo mereces lo entendemos y no hay ningún problema. Porque si es así, nos aguantamos un semestre con esta plantilla, no contratamos, no gastamos ahora, te quedas dirigiendo lo que falte y que el próximo técnico elija a sus refuerzos de acuerdo a sus gustos para no equivocarnos”
Les sorprendió la respuesta del técnico en aquella cena de viernes que acompañaron con carne y vino tinto; “Soy un hombre de palabra, de proyectos. Yo sé el enorme esfuerzo que hicieron para darme la confianza y firmarme por dos años. Dirigir una selección es una gran ilusión y una meta, pero ya habrá tiempo en el futuro para ello. Seré Tigre estos dos años y después ya se vera. Necesito ese “9” vamos a lograr cosas importantes. ¿estas seguro Diego? Ya les di mi palabra” y sellaron el pacto sonando las copas.
Setenta y dos horas después o quizá menos. Muy temprano, el teléfono de los dirigentes tigres sonó, era Cocca que quería hablar con ellos. Había cambiado de opinión, les dijo que Alejandro Iraragorri había hablado con él, que lo había convencido de que era una oportunidad única el ser técnico de la selección y había aceptado, pero que podría seguir al frente del equipo lo que restaba del torneo.
No lo podían creer. Los altos dirigentes de Cemex fueron informados y enfurecieron; ¿No que había empeñado su palabra, que no era el momento, que sería Tigre dos años y palomeo los refuerzos? ¿Por qué no se los dijo o insinuó hace unos días cuando le insistieron una y otra vez una respuesta sincera y clara? No tenían una respuesta, solo encogieron los hombros.
Ellos lo tenían claro, los había engañado y traicionado. No le permitirían que les hiciera “el favor” de dirigirlos este torneo sin importar las consecuencias, porque eso mismo le habían propuesto antes si es que era elegido por la selección y si esa era una de sus metas y contundentemente le dijo que NO iría al Tri. Así que le dijeron no gracias y te vas, pero desde hoy, no hasta mayo.
El resto de la historia, ustedes ya la conocen, llegó “Chima” Ruíz, si no tenía éxito buscarían en ese tiempo al candidato ideal sin premuras para que eligiera su platilla, el equipo dio bandazos, ya para terminar el torneo llego Siboldi, con un contrato mínimo, casi condicionado a campeón como una posibilidad para seguir y esta se dio de manera inesperada, de visitante y en una vibrante remontada.
Los Tigres y sus figuras se escaparon del “asilo” para con enorme demostración de jerarquía y experiencia conseguir la octava estrella. Gignac, sin nervios y cobrando un penal les enseño el camino, Pizarro otros de los “viejitos” del grupo se elevo por los aires y anotó el de la victoria.
Hoy con el primer título en su proyecto los Carlos Valenzuela, los Mauricio Culebro han ganado el voto de confianza que necesitaba y les urgía. Con el campeonato esos “chilangos” han adquirido la naturalización “regia” porque parafraseando a Chabela Vargas; “Los regios nacen donde se les da su chingada gana”
¡Felicidades Tigres!
“Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista es más amplia, serena y clara”
Ingmar Bergman
Foto: Es Imagen / Daniel Casas
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