Dice Zygmunt Bauman, en su extraordinario libro “En busca de la política”, que el problema contemporáneo más siniestro y penoso puede expresarse más precisamente por medio del término Unisicherheit, la palabra alemana que fusiona otras tres en español, “incertidumbre”, “inseguridad” y “desprotección”.
Por eso creo que es importante hacer un balance general de lo que ha pasado en este año que termina para la administración del gobernador Luis Miguel Barbosa analizadas desde estas tres expresiones.
La incertidumbre es esa situación de desconocimiento que se tiene acerca de lo que sucederá en el futuro, porque aunque el Gobernador sostenga que estar alineado a las políticas implementadas por la federación para combatir el Covid-19 a Puebla le ha permitido tener rumbo y claridad en la actual contingencia sanitaria, la experiencia nos demuestra que ha habido por lo menos un par de desencuentros con la realidad vivida en nuestro estado. El futuro parece incierto para saber cuando cambiará el color del semáforo y se pueda retornar a las actividades económicas necesarias para la nueva normalidad.
Sólo hay que ver la diferencia que existe en el manejo de las cifras de muertos a causa del Covid-19 entre los datos que maneja la federación y los que maneja el estado. El día de ayer la federación manejó 2477 muertos en Puebla, mientras que el dato estatal es de 2696, es decir, 219 muertos más que no se reflejan en los números nacionales, pero que seguramente tienen en el sufrimiento y en la incertidumbre a familiares y amigos.
Por otra parte, según la encuesta de seguridad pública urbana que se divulgó en el mes de enero por el INEGI, la percepción de inseguridad que se tenía hasta antes de la crisis que ha provocado la pandemia, era de que los poblanos vivíamos en la ciudad más insegura del país , y aunque la misma encuesta para el mes de abril mostraba una ligera mejoría en la percepción de inseguridad, lo cierto es que el tema sigue siendo motivo de preocupación para los poblanos, dado que, por ejemplo, Puebla se ubica como el quinto estado con más casos de feminicidios (28) y se incrementaron a 16.49% las denuncias por abuso sexual.
La sensación de desprotección en la que se vive, esa falta de protección que sienten los poblanos por la falta de seguridad, provoca desconfianza e incertidumbre sobre el futuro de nuestro estado y la relación entre gobernante y gobernados.
Me parece que una de las expresiones que más le atrajo votos en la elección extraordinaria al ahora gobernador, fue la promesa de buscar la reconciliación de los poblanos, dado que se sentía, se percibía una sociedad polarizada después del gobierno de Moreno Valle.
Creo que en la medida en que deje de haber incertidumbre en las fechas para retornar a las actividades; mientras haya información cierta del número de contagios y muertes; en la medida en que siga cambiando la percepción de que nuestra ciudad y nuestro estado están dejando de ser los más inseguros; y en la medida en la que los ciudadanos sientan que su gobierno les está respondiendo al cumplir con su deber formal, y no obedeciendo a rencores o fobias del pasado, los resultados pueden ser diferentes.
La incertidumbre, la inseguridad y la desprotección, pueden ser superadas en los siguientes años, lástima que se atraviesa un año electoral, pero Puebla lo necesita, Puebla lo merece.