El último sábado de abril no era un sábado cualquiera para la gente de un lugar donde hay dos ciudades que se conjugan en una sola pasión; ¡su jaiba brava! No sé qué tan cierto sea, pero suena extremadamente romántico pues nos aseguran que la mitad del estadio Tamaulipas esta en Ciudad Madero y la otra mitad está en Tampico, que ese día viviría un día muy especial.
Esas dos ciudades tienen muchísimas historias de orgullo que contar empezando por su gastronomía con sus famosos “trolelotes”, que no son otros a los que en otros lados llamamos “esquites” que son los granos de maíz hervidos en un vaso térmico con su mayonesa y chile piquín, ahora que si eso no se les antoja las “tortas de la barda” que se les llama así porque hace muchos años se vendían junto a la barda que separaba el ferrocarril de los muelles y se les quedo el nombre. Hoy se venden en todos lados y los ingredientes principales es la sardina y los frijoles.
En la zona metropolitana de Tampico, la componen cinco municipios. En total están cerca del millón de habitantes, el cual la inmensa mayoría tiene una relación de codependencia con su equipo de futbol llamado Tampico Madero, aunque para no entrar en conflictos de identidad todos le llaman Jaiba. Amán sus colores, aman sus equipos, pero esa enorme afición ha sido utilizada y traicionada en los últimos tiempos.
Lluvia de billetes
Históricamente en el futbol su jaiba ha vivido historias suigéneris, algunas que rebasan la imaginación. En sus tiempos de bonanza cuando el corrupto sindicato petrolero era manejado por Joaquín Hernández Galicia, alías “La Quina” y Chava Barragán, muchos aficionados de la década de los ochentas recuerda aún con asombro como esos dirigentes sacaban costales de dinero en efectivo para lanzarles billetes a los aficionados desde la comodidad de su palco, luego de alguna victoria que los pusiera eufóricos. De hecho, el Estadio sigue perteneciendo al sindicato petrolero.
La bonanza terminó con la detención de “La Quina” ordenada por Carlos Salinas de Gortari, al líder petrolero lo sacaron, literalmente en calzones de su casa aquella mañana de sábado de 1989, cuando un convoy de tres camiones de soldados llegó por él. El sol de Tampico hizo un espléndido relato de esa famosa detención que tiene testimonio de guardaespaldas de “La Quina”, que cuenta como fueron torturados quebrándoles los dedos para que inculparan de crímenes al líder sindical. https://www.youtube.com/watch?v=fFp2l6DV8Cw
Las cosas no cambiaron mucho pues después de “La Quina” el sindicato petrolero fue dado por Salinas a uno de sus compadres más selectos; Carlos Romero Deschamps, en una evidencia más de que no pretendió atacar la corrupción del sindicato, sino poner a uno de los suyos al frente para tener acceso a la riqueza y controlar Pemex. Con “el quiñazo” el equipo quedo a la deriva, la franquicia fue vendida de inmediato a José Antonio García, que mudo el equipo a Querétaro.
Abortan ascensos
El equipo desapareció, pasaron doce largos años. Antonio Peláez Pier, compra la franquicia del Potosino en el ascenso, la muda a Tampico, logra coronarse en la cancha y en teoría ascender, solo que el Sindicato, ya encabezado por Romero Deschamps lo impide pidiendo mucho dinero y el equipo vuelve a mudarse intempestivamente a Querétaro con el nombre de TM Gallos Blancos. El 20 de noviembre del año próximo se cumplirán 30 años desde que el Estadio Tamaulipas vio por última vez un juego del máximo circuito.
En el 2005, volvieron a resucitar a la Jaiba en la división de ascenso, pero volvieron a desaparecerla para llevársela a La Piedad. Luego han existido varios intentos para rescatarla y consolidarla, pero ya comenzando desde la segunda división Premier, que en realidad es una 3ª división ya que antes de ella esta la liga de ascenso.
Nace el fenómeno
Fue hasta el 2016 que, con Grupo Tecamachalco, de la familia San Román en conjunto con Enrique Badillo logran una identificación afición y equipo que rayaba en lo inverosímil. El equipo en esa 2ª división logra desatar la fiebre de la Jaiba. El estadio se llenaba, una marea azul inundaba “El Tamaulipas” cada quince días, era una locura, ningún equipo de la liga de ascenso podía presumir semejante pasión y afición. Y más del 70 por ciento de las plazas de la Liga Mx, estaban muy lejos de poder igualar este fenómeno.
Este milagro futbolístico no paso desapercibido. Si esa plaza con un equipo en la 3ª división desataba semejante pasión, euforia y llenos, en el ascenso o en la Liga Mx, sería muy superior. El potencial era inmenso, guardando las proporciones económicas, se podría replicar el fenómeno tan pasional de los regios, en Tampico Madero.
Si hacían las cosas bien, habrían conseguido una mina de oro. El brillo de un enorme jugoso negocio se veía a simple vista. Por ello Alejandro Irarragorri, con su grupo Orlegui busco una asociarse con la familia San Román, luego de que perdieron la final de segunda ante los Potros de la UAEM.
Grupo Tecamachalco y Orlegui compraron en 12 millones y medio de pesos, la franquicia de Delfines de Playa del Carmen que le habían confiscado a Amado Yáñez, por sus problemas con Oceanografía. Se hicieron socios al 50%. Para la gente de la Jaiba eso les pareció maravilloso, una autentica bendición; Si con los San Román y Badillo lograron construir un romance e identidad plena, con el poderío económico y de influencias en Doña Fede, el ascenso a Liga Mx sería cuestión de tiempo. De hecho, eso les prometieron. https://www.youtube.com/watch?v=i73GL2BoHm8
La maldición
Sin embargo, muy pronto la bendición se convirtió en una nueva maldición. La sociedad San Román-Orlegui se rompió. El equipo descendió deportivamente y supuestamente pago la multa a Loros de Colima y solo gracias a eso la Jaiba, permaneció en la liga de ascenso.
Aunque prometieron ascender, el voto de Grupo Orlegui fue en contra de ello, los San Román estaban a favor del ascenso, eso detono el fin de la sociedad. Vinieron acusaciones de una supuesta administración fraudulenta, además apoyos millonarios injustificados que dio el gobernador Cabeza de Vaca a Grupo Orlegui, estos quedaron plenamente documentados en el reportaje “operación Jaiba Brava” publicado por el portal de Elefante Blanco.
Paradójicamente Grupo Orlegui voto a favor del NO ascenso y justo la temporada siguiente logro el título de la división, pues iban a proteger al Atlas del descenso. No pudieron ascender, con la votación ellos se dieron un balazo en el pie. https://www.youtube.com/watch?v=WGt1VLku9ok
Hoy a ese hecho los aficionados en Tampico le llaman Karma. El idilio se rompió, ni con el título el aficionado se sintió identificado con el equipo de Irarragorri, el divorcio era evidente, eran agua y aceite, no hubo química. Meses después, la tarde del 20 de abril del 2002, sin aviso previo, sin sospecharlo si quiera se anuncio la venta de la franquicia, desde semanas atrás, bajo la mesa ya se había acordado la venta y la mudanza a La Paz. La afición de la Jaiba fue apuñalada por la espalda, se habían quedado sin equipo: “Se fueron como muchas chachas; en la noche agarraron sus cosas y huyeron por la puerta de servicio” dicen los aficionados que no olvidan la afrenta. https://www.tudn.com/futbol/liga-de-expansion-mx/grupo-orlegi-anuncia-que-vendera-al-tampico-de-la-liga-expansion
Orlegui para justificar el abandono de la plaza culpo al estadio Tamaulipas; “Se esta cayendo a pedazos, esta a punto de colapsar” aseguraron. El sindicato dueño del inmueble presento estudios de ingeniería realizados por la UNAM, que negaba la acusación y que certificaba su funcionamiento, señalando solo la existencia de daños menores y reparables, nada estructural, dice el informe. https://expreso.press/2022/04/20/no-pagaban-renta-del-estadio-tamaulipas/
El milagro de la afición
El golpe fue brutal, casi demoledor para la afición, pero NO los mato. El Ingeniero Enrique Badillo, volvió a la ciudad y en conjunto con otros empresarios se empeñaron en tratar de resucitar a la difunta Jaiba. Volvieron a los orígenes, empezaron a reconstruirse a sí mismos, desde donde comenzó todo; la segunda división de la liga Premier.
Pidieron apoyo a los aficionados y vaya manera de responder de la afición. Y el apoyo no solo fue de saliva, sino con hechos. Sin ellos no podría existir el milagro de la Jaiba. Tomaron un estadio Tamaulipas abandonado, los aficionados compraron pintura y brochas para pintar “su” estadio, las tribunas y las butacas. Otros el azadón, la pala, el fertilizante para quitar la hierba y sembrar nuevo pasto.
La directiva puso la materia prima principal, los aficionados la fuerza de trabajo. Esta galería de fotos que aquí les comparto fueron tomadas hace 11 meses, son aficionados, son voluntarios de la Jaiba de Tampico Madero que con propia mano decidieron no claudicar y negarse a morir. Hombres, mujeres, niños, todos jaibos de corazón y entregaron su tiempo, su esfuerzo por una pasión; ¡El futbol es mucho más que un juego! Se estruja el corazón de ver las imágenes.
Lluvia de patrocinios
El milagro jaibo se desparramo e inundo la ciudad, contagiando a los empresarios Tamaulipecos de filiales locales quienes se unieron en apoyos publicitarios para resucitar al equipo. Aparecieron marcas como Oxxo, Caliente, Total Play, gasolineras, bancos, cerveceras, aerolíneas, pero no solo ellos. Hasta pequeños comercios como peluquerías, mandaban mensaje para integrarse; ¿Cuánto me cuesta ser patrocinador, tengo una Barber con temática de nuestra jaiba? Para ir haciendo mi cochinito a ver si me alcanza -pregunto un aficionado- La respuesta fue inmediata y sorprendente; “Muy fácil, usted nos patrocina los cortes de pelo del equipo y listo!!! Ningún equipo de Liga de Expansión hoy en día tiene tanto apoyo de patrocinios como el Tampico.
Cual ave Fénix, el equipo renació de sus cenizas. Badillo y su equipo se reconstruyeron, el equipo en la cancha embalo, en casa fue imbatible. Se convirtió en el gran favorito y el equipo a vencer. Solo que en la final los Tuzos de La Universidad de Zacatecas tuvieron una gran actuación. Ganaron en casa 3-1 y en la gran final perdieron 0-1 en Tampico, ganando 3-2 el global. https://www.elsoldezacatecas.com.mx/deportes/futbol/tuzos-se-corona-campeon-de-la-liga-premier-9185826.html
Esta temporada, Tampico volvió a ser el gran favorito. Termino la temporada invicto, solo perdió un juego de semifinal, antes de que llegara a la gran final cerrando otra vez en casa ante el Inter de Playa del Carmen.
Fan fest, ilusión y drama
El furor el sábado pasado fue impresionante. El estadio que según Orlegui estaba a punto del colapso se volvió a llenar de manera impresionante como cada juego de la temporada regular. Hubo tal demanda de boletos que la directiva de la Jaiba organizo un fan test en el estacionamiento para que la gente que no pudo conseguir boletos, pudiera ver el juego en pantallas gigantes comiendo y echando chelas. El estadio se lleno 2 horas antes del inicio, el fan test también, hubo largas colas para ingresar. Era impresionante, recordemos que es un equipo y una final de un torneo de 3ª división realmente.
El fantasma de caer derrotados en otra final se volvió a ser presente, cuando el juego se fue a los tiempos extras y después los penales, cuando Rivera, el primer tirador de la Jaiba fallo el penal. En el quinto penal vino la revancha para Abraham Vázquez, quien en el tiempo regular fallo un penal que hubiera significado la victoria, esta vez no perdonó y Tampico se corono. La fiesta en la ciudad fue una locura y en casi todo el estado de Tamaulipas donde se siguió el juego. https://www.youtube.com/watch?v=ihjRrQeHZ3U
¿Los dejaran ascender?
Viene ahora la revancha ante la Universidad de Zacatecas. Quién volverá a jugar la gran final de visitante. En una liga de primer mundo, en una liga y con una Federación decente y consciente de que el futbol es mucho más que un simple juego y donde el futbol profesional se debe diversificar por lo que significa para esas ciudades, para la sociedad y los jóvenes sería la final por el ascenso a la Liga de Expansión, pero lamentablemente en una liga secuestrada por “el club de Toby” y sus vendettas y componendas, no podríamos asegurarlo.
Ese nefasto y aberrante “club de Toby” movió sus hilos hace dos años para que la corrupta auditora Ernst & Young no lo aprobara y le quito en el escritorio la inmensa alegría a toda esa zona del bajío tan dañada y maltratada por la inseguridad y la delincuencia organizada. Ese triunfo logrado en la cancha, esa inmensa alegría que pudo servir para bajar los niveles de violencia fue ignorada. A la federación le valió madre, se puso al servicio de ese club perverso y cobraron a los San Román, el pleito con Irarragorri.
¿Vendetta o justicia?
Ahora puede volver a suceder. Orlegui abandono la plaza de Tampico alegando que el estadio se estaba cayendo y a punto del colapso. Si gana Tampico, quedaría más en evidencia que mintió flagrantemente ¿Se los permitirán o volverá a mecer la cuna de la ignominia?
Por otro lado, esta la Universidad de Zacatecas, tienen el mote de Tuzos, pero NO tienen convenió alguno con Grupo Pachuca, ni préstamo de jugadores simplemente adoptaron el mote hace unos años. Si vencen los universitarios tienen otro tipo de problema. Zacatecas, es su sede y en esa ciudad juega Mineros en la Liga de Expansión. Por reglamento Mineros tiene que dar autorización por escrito para que juegue otro equipo en esa misma ciudad ¿Lo darían?
Muchas preguntas sin respuesta en este momento; ¿Le valdrá madre la afición a La liga de Expansión por cumplir ordenes bajo la mesa? ¿Le darán finalmente prioridad a lo estrictamente deportivo para dar paso al ascenso al equipo que se lo gane en la cancha? ¿Tendrán el valor o les seguirá valiendo? En una sociedad, en una liga, en una Federación con ética y valores sobrarían estas interrogantes. Sus sinrazones, sus compadrazgos, sus vendettas han lastimado a millones de aficionados, a ciudades y estados enteros.
Cuando les conviene, si es el equipo de todos, cuando NO el futbol es solo para los amigos de “el club” Eso se debe terminar de una vez por todas si queremos en verdad, reconstruirnos como sociedad. El futbol debe ser de todos, no de un grupo del poder, pertenece a los aficionados, a la sociedad. Respétense, dejen de utilizarlos hipócritamente, reconstruyan paso a paso la muy deteriorada credibilidad del futbol mexicano. Los valores se transmiten por los hechos, no por los dichos.
“La integridad es una vida en la que tus creencias e intenciones están alineadas con tus palabras y acciones”
Stephen Lovegrove