Puebla siempre merece la verdad. Hoy seguimos atravesando por un momento de alta complejidad para millones de familias en México y, por supuesto, en Puebla. El 2021 comenzará con una pandemia que sigue llevando a distintos estados a semáforo rojo.
Frente a esta situación, todas y todos hemos estado convocados a adoptar la resiliencia frente a la nueva normalidad. Una habilidad que, en el servicio público, es indispensable. En mi caso, representar a las familias poblanas también ha significado la necesidad de tomar decisiones en medio de caminos inciertos, que me han llenado de aprendizajes y de crecimiento personal.
Uno de los valores que me inculcó mi Padre fue el de la autonomía: que sea la conciencia propia la que dirija los pasos que se dan. Antes decían que estaba huérfano. Hoy afirman lo contrario. Se equivocan quienes buscan inventar, con todo el dolo, que ahora sí hay jefes o varios padrinos políticos en nuestro andar.
Vamos por partes. Quienes afirman que estamos sometidos, ¿nos han acompañado a algún recorrido o seguido integralmente nuestro trabajo? La respuesta es obvia y evidente: no. Quien afirma tiene la carga de la prueba: hoy no hay más que dichos de quienes pretenden hacerle la chamba sucia a quienes temen a los procesos democráticos.
Lo verificable está a la vista. La Ruta Ciudadana que impulsamos ha generado comunidades ciudadanas capaces de utilizar herramientas digitales, como las alarmas vecinales de nueva generación, para devolverle la tranquilidad a las colonias poblanas. Ahí sucede lo importante: en las calles, en las unidades habitacionales, en las colonias. Por eso, la verdad debe guiar a todos los vehículos de participación y a quienes toman decisión: hablando se entiende la gente.
Creo firmemente en la importancia de que la ciudadanía sea la protagonista en construir un mejor futuro. La razón es sencilla: integrar a un equipo ciudadano te hace libre. Ser servidor público significa entender que quien manda es la gente. Ser un ciudadano activo significa estar en función de causas, no de intereses.
La Ruta Ciudadana que construimos seguirá teniendo la apertura para encontrarse con quienes busquen hacer de Puebla una tierra segura y repleta de oportunidades. Esto se logrará con instituciones capaces de traducir el sentir popular en acciones concretas, que den resultados y soluciones. En ese proceso, como en cualquier otro, la suma de esfuerzos es fundamental.
El único grupo al que pertenecemos es el mismo que reúne a millones de ciudadanas y ciudadanos: se llama Puebla.