Los Ángeles, 14 Jun (Quién).- Britney Spears celebró la boda de sus sueños junto a su pareja, el modelo y actor Sam Asghari, su novio desde hace 6 años y ahora tercer esposo, pues, además de su fugaz enlace con Jason, en 2004 ya había estado casada con Kevin Federline , papá de sus dos hijos, Sean y Jayden, de 16 y 15 años respectivamente. A pesar de que en los últimos días trascendió que Britney y Sam se casaron sin ningún acuerdo prenupcial, según el portal TMZ, la boda se llevó a cabo después de que la cantante hiciera varios trámites legales para asegurarse de que sus millones estén protegidos en el futuro.
De acuerdo con el medio, fuentes cercanas a la pareja revelaron que Spears tiene un acuerdo prenupcial blindado en el que Sam no recibirá ni un solo dólar de la fortuna que la intérprete de Toxic ha ganado hasta este momento. Asimismo, trascendió que luego de que la pareja se comprometiera, la artista llamó a los abogados para proteger su fortuna valuada en 60 millones de dólares, la cual puede incrementarse en el futuro, si es que si las cosas van mal para ella y Sam. A pesar de que hace meses Asghari bromeó diciendo que él era quien quería el acuerdo para proteger su jeep y colección de zapatos, TMZ aseguró que fue el equipo de Brit quien puso en marcha la acción legal. Sam y Britney se casaron en Los Ángeles en la casa de la cantante sin presencia de su familia, pero con algunos invitados de lujo como Madonna, Paris Hilton y Selena Gomez.
Britney tuvo un flechazo con su actual esposo de una forma muy parecida como lo tuvo con Federline, pues luego de conocerlo durante las grabaciones del vídeo Slumber Party en 2016, comenzaron una relación amorosa que, el pasado 9 de junio, fue sellada en una ceremonia privada con las amistades más cercanas a la cantante.