El Gobierno de China aprobó una estrategia para tratar de controlar el brote de coronavirus, a la vez que busca reactivar la economía en el país, según informaron medios estatales.

Se emitieron órdenes a los gobernantes provinciales y municipales que incluyeron llamamientos para combatir el virus, junto con medidas de política económica específicas.

Por ejemplo, el Presidente Xi Jinping ordenó que se aplicaran recortes de impuestos.

El anuncio de Xi se produjo en un momento en que las empresas enfrentan crecientes pérdidas por el cierre de fábricas, oficinas, tiendas y otros negocios a consecuencia del protocolo anticontagio más estricto de la historia.

Las medidas han afectado a la industria del transporte, entre otras. Algunas empresas están empezando a reanudar su actividad, pero muchas enfrentan severas pérdidas.

Beijing necesita «mantener un funcionamiento económico y una harmonía social estables», dijo Xi en declaraciones emitidas por la televisora estatal.

El Primer Ministro Li Keqiang y el Gabinete ordenaron el inicio de grandes proyectos de construcción en todo el país lo más rápido posible.

A las empresas estatales se les dijo que redujeran los alquileres. A los bancos se les dijo que mantuvieran bajas las tasas de interés.

Se les ordenó a los gobiernos de las ciudades asegurarse de que los trabajadores que salieron para las vacaciones del Año Nuevo Lunar pudieran llegar a sus trabajos, pues las cuarentenas municipales habían bloqueado el regreso de gran parte de la fuerza laboral del país.

Con información de The NYT News Service y Xinhua