España galardona trabajo literario de académico de la Ibero Puebla

El ensayo de Sebastián Pineda, que reivindica las aportaciones hispánicas a la crítica literaria, será publicado por la editorial del Instituto Juan Andrés a finales de año.

Condensar 500 años de historia intelectual en un ensayo de cinco capítulos no es tarea sencilla; menos si se incluye un prólogo formativo con antecedentes de la Antigüedad. Sebastián Pineda Buitrago, coordinador de la Maestría en Literatura Aplicada de la Ibero Puebla, lo hizo en la forma de La crítica literaria hispanoamericana (una introducción histórica).

No existe una historia de la crítica hispanoamericana. Los estudios existentes se concentran en periodos específicos, pero abandonan el recorrido histórico debido a la creencia de que la crítica como disciplina es producto de la modernidad. Pineda Buitrago dedica sus esfuerzos a desmentir este y otros supuestos, lo que lo ha hecho acreedor del XII Premio Juan Andrés de Ensayo e Investigación en Ciencias Humanas, entregado por el Instituto Juan Andrés de Comparatística y Globalización de España.

El libro, concebido en 2016 desde la comprensión y el amor intelectual, abona a la reivindicación de figuras hispanohablantes como José Lezama Lima, sor Juana Inés de la Cruz y Pedro Henríquez Ureña. Como se apreció durante la ceremonia de entrega del reconocimiento, la reconstrucción histórica del catedrático de la IBERO Puebla eleva al nivel de la cultura románica las aportaciones a la humanidad de una lengua que actualmente es hablada por cerca de 600 millones de personas.

Crítica literaria hispanoamericana comienza explorando los orígenes de la crítica, la cual puede localizarse en los sofistas antiguos. Proveniente del vocablo krinein (juzgar), se comprende que el alfabeto griego (precursor de las vocales) permitió la aparición de la crítica gracias a la accesibilidad de los textos. Bajo esa óptica es posible interpretar La república de Platón como una crítica literaria a Homero.

Tras establecer la tesis sobre el origen de la crítica, en el primer capítulo se aborda “el problema del otro” manifestado en la Conquista: el encuentro con civilizaciones ajenas a la idiosincrasia europea, donde la escritura se convierte en el eje central. Explica el autor: “La primera crítica literaria [de la época] es la de Antonio de Montesinos, un español que en la actual República Dominicana lanza un memorial en contra de los maltratos de los indígenas”.

Los cuatro capítulos restantes se concentran en comprender la historia de las ideas de cada siglo posterior al fundamentalismo religioso, desde la metapolítica y la Ilustración hasta el pensamiento cibernético actual. Destaca el apartado dedicado al siglo XX, donde evidencia el ocultamiento de la crítica literaria tras otras disciplinas afines como la hermenéutica, la filología y los estudios latinoamericanos.

Cuestiona Sebastián Pineda: “¿esos estudios buscan elogiar lo que estudian o realmente criticarlos?”. Parte de estos vicios se encuentran en la lingüística, la cual despojó a la creación literaria de su carácter imaginativo y la redujo a articulaciones de palabras y sonidos. De manera similar, la hermenéutica parte del supuesto de que toda obra tiene un sentido, lo cual es desmentido por diversas vanguardias artísticas.

Además del rastreo de los orígenes de la crítica y su reivindicación frente a los procesos de censura, el investigador de la IBERO Puebla se propone rescatar las aportaciones de pensadores hispanohablantes frente a una teoría anglocéntrica, como es el caso del mexicano Alfonso Reyes. “Nuestro libro se propone articular una introducción de la crítica hispanoamericana que pueda articularse con lo global”.

Preseas a la divulgación del saber

El Premio Juan Andrés es entregado anualmente a proyectos que contribuyen a la reconstrucción de la cultura hispánica desde la pluralidad de criterios. Durante la doceava edición, el ganador del premio en 2020, Juan Carrete Parrondo, presentó la versión editorial de su libro Madrid: Vida de la Puerta del Sol.

En dicho libro se utiliza la famosa explanada madrileña para reflexionar sobre la escritura de la historia a través del tiempo, pero también del espacio. “Los lugares de la memoria constituyen espacios morales. La plaza no es solo un espacio real, sino mental, imprescindible para comprender la historia de Madrid y España”, comentó su autor mientras sostenía una copia física de su texto.

La celebración virtual también fue escenario para la entrega de la distinción Biblioteca a la Biblioteca Hispánica de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) gracias a sus aportes históricos a la preservación y divulgación de conocimiento. Desde sus inicios en 1940, el recinto ha buscado aportar al conocimiento cultural y científico con un enfoque internacional.

En el marco del Año Internacional de las Bibliotecas Hispanoamericanas, representantes de la Universidad Complutense y de la Biblioteca del Museo Lázaro Galdiano dedicaron sus reflexiones al papel de los recintos bibliotecarios como casas comunes para la difusión e intercambio de conocimiento.

junio 27, 2021 - 9:45 am

Por: Staff

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