Un hombre de 30 años, originario de República Checa y que vivía en casa de sus padres, murió con una pelota de ping pong en el trasero después de electrocutarse mientras se daba placer a sí mismo. Fue encontrado muerto en el suelo de su habitación por los bomberos, que se vieron obligados a derribar la puerta a patadas, misma que fue publicada en una revista científica.

Llevaba puesto un traje de baño de mujer de una pieza, y se había envuelto ‘apretadamente’ las piernas, el tronco y el cuello con tiras de plástico y tela. Sus preocupados padres buscaron ayuda después de que no pudo abrir la puerta cerrada con llave, «a pesar de que llamaron durante mucho tiempo», revelaron los médicos en un informe que describe las circunstancias inusuales de su muerte.

La policía encontró un dispositivo de masaje eléctrico junto al cuerpo del hombre no identificado, que todavía estaba conectado a la red eléctrica.

El hombre de 30 años fue encontrado muerto en el piso de su habitación por los bomberos, quienes se vieron obligados a derribar la puerta de una patada. La policía encontró un consolador junto al cuerpo del hombre no identificado, que estaba conectado a la red eléctrica. Otro objeto, de unos 9 cm de largo, también se alojó en su recto: «cilindro redondo de plástico, en el que se colocaba una pelota de ping-pong, sujeta con una envoltura de plástico».

Las pruebas mostraron que el dispositivo de una mano, que tenía signos de ‘desgaste’, había fallado mientras estaba enchufado. Las quemaduras en la piel del hombre, centímetros por encima de su miembro viril, se correspondían con la forma exterior de la cabeza del dispositivo de masaje. Se dictaminó que su muerte se debió a una «electrocución accidental por manipulación autoerótica».

Una autopsia, realizada 48 horas después de su muerte, también reveló un «extraño cuerpo extraño» en su intestino: un «condón elegante» en una caja de plástico translúcido, en el que se fijó una etiqueta con el nombre de pila de la víctima, marcado con tinta negra, y medía alrededor de 5.5 centímetros y también un cilindro redondo de plástico, en el que se colocaba una pelota de ping-pong, sujeta con una envoltura de plástico, de al menos 9 centímetros de largo.

La gente suele meterse objetos en el recto por placer sexual. Esto tiene que ver en parte con la cantidad de nervios en el ano que lo hacen muy sensible, y para los hombres puede simular la próstata, una parte erógena del sistema reproductivo masculino. La inserción de objetos en el recto, también conocida como juego anal, conlleva una serie de riesgos.

Además de atrapar objetos, también pueden potencialmente perforar el intestino, lo que puede ser mortal ya que el material del tracto digestivo puede derramarse en otras partes del cuerpo y causar una infección.

Excelsior