Importante la participación activa y madura de los trabajadores sindicalizados de VW

Más vale que subsista una empresa a que ésta se vaya, Puebla en la década de los 80’s y 90’s tiene varios ejemplos de los sindicatos que cayeron en la intransigencia.

En relación al conflicto laboral que existe actualmente en virtud de la revisión del contrato colectivo de trabajo entre el Sindicato y la empresa Volkswagen (VW) de México, es necesario entender el contexto en el que se está dando.

Más vale que subsista una empresa a que una empresa se vaya. Para prueba un botón, hay muchas empresas en donde han planteado una planta dos, una planta tres, en otro estado de la república o en otro país, ante intransigencias de un sindicato, coincidieron Felipe Carrasco Fernández y Juan Almazán Corona, profesores de la Facultad de Derecho de la UPAEP.

Indicaron que los trabajadores deben emitir su voto de manera madura, responsable y participativa, en estos momentos es importante reactivar la economía en Puebla y el país, en caso contrario, la huelga no beneficia a nadie.

La gente debe estar consciente de que la época del sindicalismo extremo de los años 80’s ya quedó en el olvido y Puebla tuvo una muestra de lo que podía suceder en casos extremos, “recuerdo la industria textil en Puebla, el famoso contrato ley para la industria textil en algunos sectores de la industria textil, este contrato establecía muchas prestaciones, que en su momento fueron válidas y necesarias, después se convirtieron en obsoletos y poco competitivos los contratos ley para la industria textil, muchas empresas no aceptaron los incrementos salariales, cerraron sus puertas y se fueron del estado”, recordó Felipe Carrasco Fernández.

Con respecto a la reforma laboral del 2019, se registró un cambio en la forma en la que se van a negociar los contratos colectivos de trabajo. Esta reforma laboral planteó la situación de que anteriormente la negociación y aceptación de los acuerdos con la empresa lo hacía el comité directivo sindical. Con esta reforma del 2019, la directiva sindical no puede aceptar sola, sino que es necesario tomar en cuenta a la base, es decir, a los agremiados que son los demás trabajadores.

La situación por la que está pasando la armadora alemana y el sindicato hay que entenderla como un cambio en los paradigmas tradicionales que se venían manejando años atrás, en donde generalmente los pactos de productividad que manejó el gobierno federal en otras épocas, registraba un incremento salarial al salario mínimo y en ese sentido las empresas en general pactaban el incremento salarial con los sindicatos, pero de manera particular con el comité directivo sindical, en la actualidad, se requiere de que la mayoría de los trabajadores acepten el incremento que está proponiendo la empresa.

Y, “aquí lo que sucede como en toda negociación, hay una estira y afloje, es un equilibrio entre los factores de producción, del capital y del trabajo y quizá algunos están esperando que la inflación económica se detenga un poco y no siga aumentando y por eso algunos no deciden votar y otros deciden votar”, comentó Carrasco.

Agregó, “la otra situación es que al ser un asunto interno del sindicato, saben cómo está internamente con sus agremiados o afiliados, tienen grupos internos por la cantidad de personas que manejan, lo cual es normal, sociológicamente hablando; pero también son los pesos y contrapesos, pero, lo importante es que a ninguna de las dos partes le conviene un estallamiento de huelga, lo mejor es siempre un arreglo y si no llegan a un arreglo en este último emplazamiento que se hizo, se debe buscar la posibilidad de que se difiera un poco para dar paso a un nuevo emplazamiento y sean más los trabajadores que vayan a votar y expresar si aceptan o no aceptan dicho incremento”.

Dijo que en este ejercicio encontramos dos características, los que acudieron a votar y votaron en contra y por consiguiente es importante observar qué tan representativo son los que no votaron, si aceptaban o no aceptaban. Además de que representa un cambio en las costumbres de los afiliados, que ahora tendrán que ir a votar.

Subrayó que los extremos pueden ser perjudiciales para ambas partes. Recordemos que en 1990, hubo un estallamiento de huelga en la empresa Ford, el sindicato estalló la huelga y la empresa planteó una inexistencia de huelga y después de un tiempo razonable, en ese entonces la Secretaría de Conciliación y Arbitraje decidió que el emplazamiento a huelga no cumplía con los requisitos de equilibro entre el factor de producción y el capital, la declaró inexistente y ordenó a los trabajadores regresar a trabajar, por lo consiguiente, no hay que llegar a estos extremos, porque aunque sea un periodo corto de tiempo, no le conviene a la empresa ni tampoco al sindicato, habrá que acostumbrarse a este nuevo ejercicio en las siguientes revisiones de contrato colectivo de todas las demás empresas de acuerdo a lo que marca la nueva reforma laboral.

Indicó que además se deben tomar en cuenta los diferentes factores de tipo económico que influyen en la toma de decisiones de la empresa y del sindicato y es importante tomar en cuenta que el sector automotriz como el sector de la aviación con el problema de la pandemia, fueron los sectores más golpeados, han tenido que hacer paros técnicos porque no llegan los insumos, que son importados, entre otros aspectos, etc.

Acotó que es importante que los trabajadores participen y acudan a emitir su voto, que se dé una mayor participación, porque el riesgo que se corre es que los que ya fueron a votar, ahora no lo quieran hacer, es una cuestión de conciencia, de que todos deben ir a votar y expresar su opinión y estar de acorde a la nueva reforma laboral.

Por su parte, Juan Almazán Corona, profesor de la Facultad de Derecho de la UPAEP, refirió que se están viviendo nuevos tiempos en donde se están presentando nuevas relaciones laborales colectivas de trabajo que implican entre otras cosas de la Reforma Constitucional de 2017 y de la Reforma Procesal de 2019, esta última nos lleva a ostentar la relación laboral colectiva de otras formas y una de ellas es la participación total e integral de la base trabajadora en las decisiones de su sindicato.

Ahora los sindicatos tienen que hacer vida sindical y toda una serie de documentos que acrediten la vida sindical de éstos.

Dijo que en el caso de VW de México, la posible huelga que se pueda dar, no la desea nadie, porque se puede presentar una afectación desde diferentes aspectos y este asunto tiene diferentes aristas, uno de ellos el jurídico, en donde si no hay un arreglo, no hay un consenso en las votaciones de mañana con el 50% más uno que es lo que le daría el peso a esta decisión, se dará un proceso de huelga que para nadie sería benéfico.

Manifestó que de presentarse una huelga en estos momentos, se verá afectada la economía del estado, pero además, también se verá afectada la economía de cada trabajador, de las empresas subsidiarias de la armadora alemana y de toda la gente que se encuentra alrededor de la empresa y que percibe su sustento económico, producto de la venta de productos o servicios, “el daño colateral será bastante fuerte”.

Enfatizó que los trabajadores de manera madura, de manera prudente e inteligente resuelvan sus circunstancias en cuanto a la propuesta que les hizo la empresa, sin olvidar que se viene saliendo de una pandemia que ha afectado de alguna manera las finanzas de la empresa.

Los trabajadores sindicalizados deben emitir su voto de una manera, madura, conscientes, pensado en que es necesario reactivar la economía, porque en caso contrario, la huelga a nadie beneficiará, concluyó Almazán.

agosto 31, 2022 - 10:30 am

Por: Staff

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