Miércoles 14 de febrero. Un día de festejo en la Institución en el cual estudiantes, académicos y administrativos se reunieron en la explanada de la Arena BUAP para celebrar la Feria de San Valentín, una actividad para fortalecer la convivencia, fraternidad y amistad entre la comunidad universitaria.

Entre juegos mecánicos, antojitos mexicanos y concursos, el rector Alfonso Esparza Ortiz se dio cita en esta kermés, en la que el júbilo de los universitarios se mezcló con muestras de afecto, amor y amistad.

En el aire se respiraron olores dulces y salados. Las tradicionales chalupas, tacos al pastor, pambazos, elotes, brochetas de camarón, tostadas, chocolates, algodones de azúcar, helados, manzanas acarameladas, fresas con crema, aguas frescas y buñuelos, entre otras delicias para consentir hasta el paladar más exigente. Además, la música que amenizó el ambiente, desde la mañana y hasta entrada la tarde.

El rector Esparza dialogó con los jóvenes, quienes manifestaron sus inquietudes, lo saludaron y aprovecharon la ocasión para tomarse con él una selfie. Más tarde, contagiado por el entusiasmo, subió a los juegos mecánicos para sentir la adrenalina correr por sus venas, con cada giro inesperado del kamikaze. Además, se divirtió al encestar balones y romper globos con dardos.

Música, risas y gritos de alegría se escucharon en Ciudad Universitaria, un espacio académico que se convirtió por horas en un lugar de fiesta. Varios estudiantes afinaron sus gargantas y dieron sus mejores interpretaciones en el concurso de karaoke. En cambio, otros se formaron en el stand del registro civil para celebrar una boda exprés, al estilo de Las Vegas.

La Feria de San Valentín congregó a cientos de integrantes de la comunidad universitaria. Fue un día para celebrar la fraternidad. El ocaso llegó, pero el júbilo de los estudiantes persistió no obstante el cambiante clima, que despidió la tradicional feria universitaria.