La resistencia viaja de Nicaragua hasta México: libro Banderas y harapos

​Gabriela Selser, autora del libro, estuvo presente durante su presentación en la Ibero Puebla, donde ilustró los meses de fuego que se vivieron en el conflicto nicaragüense de 2018.

Marlon Manases Martínez Ramírez, 20 años. Harlinton Raúl López García, 18 años. Álvaro Manuel Conrado Dávila, 15 años. Ellos son tres de los más de 350 jóvenes asesinados en las manifestaciones de abril de 2018 en Nicaragua. Esta violencia, que sigue vigente en el país, ha dejado heridas supurantes que encontraron refugio en los libros Banderas y harapos y Crónicas de abril de Gabriela Selser, presentados en la Ibero Puebla.

Un conflicto que data de la década de los ochenta ha dejado una estela de muerte y represión a su paso que ha podido ser documentado gracias a estas obras. En palabras de María Cecilia Zeledón Gutiérrez, académica de la Ibero Puebla, “los libros van sembrando semillitas de esperanza. A lo mejor no vamos a ver cómo Nicaragua va a cambiar, pero sí vamos a dejar sembradas semillitas de esperanza en los ojos y los corazones”.

Ambos libros abarcan el peso de la represión en Nicaragua, pero parten de momentos históricos distintos que son necesarios para comprender la profundidad del conflicto. Banderas y harapos habla del llamado “sueño de la revolución”, que hace referencia a la sublevación del pueblo nicaragüense en 1979 para derrocar el régimen autoritario de Anastasio Somoza.

A este momento se le conoce como la Revolución Sandinista, y debe su nombre a Augusto César Sandino, guerrillero y revolucionario que es recordado en la historia como “el general de hombres libres”, al haber defendido el territorio nicaragüense de la ocupación militar de Estados Unidos en 1912 con un ejército formado principalmente por jóvenes entusiastas.

Aquellos jóvenes que bajo los ideales sandinistas llevaron campañas de alfabetización y bienestar a cada rincón de Nicaragua en aquel periodo, hoy ven una realidad diferente del sandinismo. Daniel Ortega, actual presidente del país, llegó en 2007 como militante de estos ideales, y con una promesa de cambio que, hoy en día, sabe a muerte y exilio.

“Él llega al poder ofreciendo trabajo, paz, reconciliación. Empiezan a pintar todo de rosado, literal y figurativamente. Ya no eran banderas rojinegras —representativas del sandinismo—, sino color fucsia”. Es aquí donde comenzaron a gestarse las protestas en contra del régimen de Ortega, en el que sus principales opositores fueron los movimientos de mujeres y de defensores de derechos humanos.

Este es el episodio efervescente y reacio que Gabriela Selser ilustra en Crónicas de abril. “Todo esto estalla, así como una olla de presión, en abril de 2018, cuando a raíz de una reforma unilateral de Seguridad Social que planteaba reducir las pensiones a los jubilados, los jóvenes se levantan a protestar en las calles”

Estudiantes, deportistas, músicos, artistas. Cientos de sueños y futuros prometedores murieron en las protestas de 2018, que fueron reprimidas brutalmente por las fuerzas de seguridad nicaragüenses. También se desató la pobreza, que incrementó con el cierre de más de 6,000 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que brindaban atención a la población, entre ellas universidades.

Luego, llegó el destierro: a 222 personas que permanecían como presos políticos se les quitó la nacionalidad, y se les exilio al extranjero el 9 de febrero de 2023. Intelectuales, periodistas, políticos y activistas fueron los principales rehenes del régimen hasta el momento en que se les desterró en completa oscuridad, sin la posibilidad de despedirse de los suyos.

“Es una situación tan incierta la que viven todos, allá nadie sabe si el día de mañana van a ir a su casa a buscarlo, a echarlo preso, o a expulsarlo del país”, dijo la autora, que hoy tampoco puede regresar a su país. “Pasamos de ese sueño a una dictadura, que no se equipara siquiera a otras dictaduras que conocimos en América Latina. Esta ha sido mucho más sangrienta y cruel”.

Hoy la esperanza reside en todos aquellos exiliados, en los sueños de quienes ya no están, en los ideales que un día quisieron ver a Nicaragua cambiar. Gabriela Selser pone su fe en esos pedacitos de esperanza que hoy están regados en el mundo, y algunos otros que resisten en su patria.

mayo 14, 2023 - 2:45 pm

Por: Staff

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