Martha, la gobernadora

Episodio I. La unción

La nueva gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, aparece con paso firme por uno de los pasillos que dan acceso al foro del vetusto auditorio de la Reforma, construido para celebrar el centenario del triunfo en Puebla sobre los franceses y convertido ahora en uno de los santuarios del morenovallismo, lugar simbólico para el grupo que ha hecho posible lo que parecía imposible, vencer al marinismo, poner gobernador y ahora también por primera vez llevar a una mujer al poder, la primera gobernadora.

Martha apura el paso, quiere ser puntual y comenzar a las 13 horas, tal y como está establecido en el programa. Desde las gradas, la porras comienzan de manera tímida a evocar su nombre “Martha gobernadora, Martha gobernadora”. Ella sonríe por primera vez y levanta la mano hacia la tribuna.

Detrás de ella va su esposo, el senador de la República y ahora coordinador de los senadores del PAN en la cámara alta, Rafael Morena Valle Rosas, su sombra.

La gobernadora por fin llega al podio, luce firme y segura, como es su personalidad. Sonríe y toma la palabra. Como fondo luce el lema de su gobierno. “Lo que realmente importa…eres tú”.

Episodio dos. Los recuerdos

Martha fija sus ojos sobre el escenario, hace una pausa antes de tomar la palabra. Tal vez por segundos pasa por su mente los días en Tecamachalco, las “cascaritas” de futbol con su hermanos, los cuales le hacían fuertes entradas, los golpes en las espinillas, los regaños de mamá, su amiga y protectora, los días en el Colegio América, el día en que conoció a Rafael, en fin.

La gobernadora comienza su discurso, en el cual llama a la reconciliación de Puebla, pero advierte también que no está dispuesta a soportar chantajes. Quienes la conocen saben que no es de las que ponen la otra mejilla.

Extiende su mano a quienes fueron sus adversarios y se dice dispuesta a trabajar con ellos, para abatir los enormes rezagos, que reconoce tiene la entidad. Primer lugar en robo de combustible, inseguridad, pobreza, son solo algunos de los que menciona. Inteligentemente, aprovecha para lanzarle un guiño al Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien emberrinchado ha dicho, que por lo pronto no va a venir a Puebla, Ella le pide que trabajen justos y se dice dispuesta a colaborar en todos sus programas.

Durante su discursos tres veces hace una pausa para tomar aguar, las carretadas se aplausos se vienen desde la tribuna, atrás se quedaron ya los nervios y la tensión vividos por el conflicto poselectoral y la judicialización del proceso, ya todo es algarabía y fiesta, la fiesta de Martha la nueva gobernadora de Puebla, la primera en la historia.

Episodio III. El orgullo y la nostalgia

Desde la butaca de primera fila, un par de ojos sigue con especial atención a Martha Erika Alonso, son los del exgobernador y senador de la República, Rafael Moreno Valle, su esposo. Rafael, luce tranquilo, aunque no puede demostrar una sonrisa de satisfacción, de esas que suelen acompañar su rostro cuando se sabe vencedor.

Actúa de manera muy discreta, saluda a la plano mayor del panismo, al ahora ya exgobernador Gali y a sus amigos gobernadores de otros estados que arroparon a Martha en el día de su asunción. Sin mayores aspavientos ocupa su lugar, aunque hay que reconocer que la porra más fuerte es para él, cuando Martha desde la tribuna menciona su nombre como el senador Rafael, ni siquiera el exgobernador o mi marido, cuidan las formas políticas.

La otra figura, el exgobernador Tony Gali luce nostálgico, atrás han quedado, ocho años de una vertiginosa vida, la cual cambio todo su mundo, en ese lapso fue secretario de Infraestructura, presidente municipal y gobernador, ganó dos elecciones a priistas de peso completo (Agüera y Alcalá) y vivió un conflicto poselectoral como pocos en la historia de Puebla. Después de todo como alguien lo describiera “Gali es terrenal”.

Episodio IV. El colofón

Concluido el mensaje de Alonso Hidalgo, las porras no se hacen esperar, “Martha gobernadora”, “Martha gobernadora”, retumban en el inmueble.
Martha baja rápidamente por las escaleras y vuelve a ocupar su lugar en la primera fila, mientras se entonan las estrofas del himno de Puebla, ese himno, que casi nadie se sabe.
La multitud se aglutina en torno a quien emana el poder, la gobernadora. Discretamente Tony Gali abandona el lugar, lo mismo hace por su lado Rafael Moreno Valle, quien acompaña a su líder nacional Marko Cortés y al coordinador de los diputados federales panistas, el exgobernador de Guanajuato, Carlos Romero Hicks, así como a los mandatarios amigos que acudieron a arropar a Martha. No hay comilona para celebrar la unción, vivimos la época de la austeridad Republicana.

Una ola humana envuelve a Martha, quien tiene tiempo para tomarse la foto y la selfie, con todos y cada una de las personas que se la solicitan. La fila es interminable, así como las citas para poder hablar con la gobernadora y las solicitudes que como siempre en este tipo de situaciones se presentan.

La ceremonia de unción se ha terminado, Martha es la nueva gobernadora de Puebla y un nuevo ciclo de seis años se inicia.


Fotos: Es Imagen / José Castañares / Andree Jiménez

diciembre 16, 2018 - 7:50 pm

Por: Ricardo Morales Sánchez

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