El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió este domingo a los senadores republicanos forzar un voto por mayoría simple para acabar con el cierre parcial del Gobierno federal, del que volvió a culpar al partido Demócrata.

«Genial ver lo duro que están luchando los republicanos por nuestras Fuerzas Armadas y la Seguridad en la Frontera. Los demócratas sólo quieren que inmigrantes ilegales entren en masa en nuestra nación sin control», señaló el Mandatario en Twitter.

«¡Si el punto muerto continúa, lo republicanos deberían ir por el 51 por ciento (Opción Nuclear) y votar un verdadero presupuesto a largo plazo, no CR’s (resoluciones de continuidad)», añadió.

La llamada «opción nuclear», que el líder de la mayoría en el Senado -en este caso, el republicano Mitch McConnell- puede convocar de manera discrecional, cambia las reglas del Senado al requerir una aprobación sólo por mayoría simple (51) y no la de 60 votos.

Así, dicha excepción pone en peligro la capacidad del partido de la minoría para detener o bloquear el voto en casi cualquier materia, desde legislaciones hasta nombramientos judiciales o nominaciones relativamente rutinarias para puestos del Gobierno.

Los demócratas aprobaron el uso de la «opción nuclear» en 2013, cuando contaban con mayoría en el Senado, cambio que fue respaldado incluso por el entonces presidente, Barack Obama, para frenar la obstrucción sin precedentes de los republicanos.

El Senado no logró aprobar este viernes los nuevos fondos necesarios para financiar al Gobierno y obligó así a la Administración Trump a un cierre parcial e indefinido de sus actividades, el cual entró en vigor a partir de las primeras horas del sábado.

La propuesta presupuestaria presentada por los republicanos obtuvo más votos a favor (50) que en contra (48), pero fueron insuficientes para aprobar unos fondos que requerían el apoyo de 60 senadores.

Tal propuesta, la cual sí fue aprobada el pasado jueves, dotaba de financiamiento al Gobierno hasta el 16 de febrero, con lo que prolongaba así el plazo de negociación entre demócratas y republicanos para los presupuestos definitivos para el año fiscal 2018.

Los demócratas, sin embargo, condicionaron su apoyo a las cuentas si el presidente y su partido accedían a regularizar a los cerca de 800 mil jóvenes indocumentados conocidos como dreamers, los cuales llegaron a Estados Unidos durante su infancia.

El programa con el que el ex presidente Barack Obama protegió a los jóvenes de la deportación (DACA) finalizará el 5 de marzo, después de ser anunciada su cancelación en septiembre de 2017 por Donald Trump.

La Casa Blanca ha exigido al Congreso 18 mil millones de dólares por el periodo de una década para la construcción de un muro fronterizo con México, una gran promesa electoral de Trump, como una de las condiciones en la negociación de una solución migratoria para los dreamers, el cual ha sido considerado como un requisito inaceptable para los demócratas.

La Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno calcula que unos 800 mil funcionarios (considerados como no esenciales), de 3.5 millones, no laborarán sin goce de sueldo hasta que el Congreso alcance un acuerdo presupuestario para retomar actividades.