“Soy una maestra exigente, pero no soy neurótica, ni gritona”

Laura Molina desde hace 31 años es docente y desde muy joven inició como programadora en “La Romántica”, para después incorporarse a la “Hora Menuda”, grupo musical en auge en 1982; decidió ser profesora debido a que sus familiares también eran docentes, de ahí nació el amor para compartir sus conocimientos a niñas y niños de nivel primaria.

“Tengo ya 31 años, mañana cumplo 31 años de maestra, yo me decidí porque tengo varios familiares que fueron maestros, inclusive tuve un familiar que fue Secretario de Educación, Fausto Molina Betancourt por parte de mi papá, y como empezamos a saber que el ser maestro es bonito, eso nos empezó a llamar la atención”.

En sus 31 años de impartir clases a alumnas y alumnos de escuelas públicas en nivel primaria comentó que ya es toda una especialista en el cuatro grado; aunque consideró que el sexto es al que más dedicación le ha tenido que dar en otros aspectos debido a que los alumnos inician la adolescencia y suelen ser “más difíciles” para interactuar con ellos.

“Una vez estando en cuarto ellos se dan cuenta de que pueden hacer las cosas sin necesidad de ayuda de mamá, ellos maduran y se dan cuenta que son responsables y también se dan cuenta que lo que hagan ellos van a tener consecuencias”.

Ante la actual pandemia que atravesamos por el Covid-19se comunica por WhatsApp con los padres de familia a través de una mamá que es la representante, y quien reenvía toda la información para que sus alumnas y alumnos continúen estudiando; quienes conforman el cuarto grado de la primaria Guillermo Borja Osorno, que se ubica en la colonia El Cerrito.

“Soy una maestra exigente, pero no soy neurótica, ni gritona”.

La docente indicó que es preponderante el apoyo que le brinden los padres de familia para que sus alumnos avancen en sus estudios.

mayo 15, 2020 - 5:15 pm

Por: Laura Hernández Villagrán

Educación

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