Tecnologías deben conducir a una telenutrición ética y redituable

El 70% de la población mexicana vive con algún grado de sobrepeso; el país ocupa el primer lugar internacional en obesidad infantil y el segundo escaño en adultos. Se trata de una condición prevenible y reversible.

El encierro obligado y prolongado para mitigar la propagación del coronavirus obligó a la migración digital de muchas ocupaciones sociales. Los sistemas de teletrabajo de corte ejecutivo y la educación a distancia han visto la consolidación de años de esfuerzos para la adaptación a estos formatos. Por su parte, ámbitos como la salud clínica han empezado a responder favorablemente a estos cambios.

La telemedicina es un proceso en el que se hace monitoreo de un paciente a distancia, lo que permite tener un acervo digital de los expedientes médicos y una interacción en tiempo real. Se trata de la prestación de servicios de salud de forma no presencial mediante el uso de tecnologías de la información y comunicación.

Como esclareci Lucía Chávez Aguirre durante una plática para las Universidades Jesuitas, la telesalud busca utilizar estrategias educativas para respaldar la atención clínica. A diferencia de las consultas a distancia, los procesos de comunicación de la telesalud no son interactivos, sino que condensan conocimientos y recomendaciones generales para uso del público general.

En el contexto actual, tanto la telemedicina como la salud a distancia han comenzado a ser reguladas desde el ámbito legal para el cumplimiento de estrictos parámetros sanitarios y el manejo responsable de datos personales. El proceso jurídico se encuentra en sus primeros pasos en países como Estados Unidos; en México, el tema no ha sido abordado a profundidad.

Derivado de estos modelos ha surgido la telenutrición, que consiste en la administración del proceso de atención nutricional de manera remota y en apego a las leyes estatales. Debido a las competencias necesarias para su ejercicio, algunos estados de la Unión Americana demandan que los proveedores de servicios de nutrición a distancia cuenten con certificaciones especiales.

La nutrición, aseguró la activista Chávez Aguirre, es una disciplina fundamental para la prevención y el tratamiento de trastornos alimenticios. A través del Proceso de Atención Nutricional (PAN), el profesionista realiza un diagnóstico para iniciar una intervención estratégica y monitoreada que, en un plazo establecido, permita evaluar los progresos del paciente.

Las herramientas provistas por la telesalud son utilizadas por los nutriólogos para complementar las consultas convencionales y asegurar que la atención médica va acompañada por aprendizajes significativos, los cuales ayudan a brindar un servicio global. “Cuando combinamos la telesalud con telenutrición los cambios son significativos. No es abrir un Zoom y dar una consulta nada más”.

Para implementar el servicio de telenutrición, el profesionista debe asegurarse de que sus pacientes contarán con accesibilidad a las nuevas tecnologías y a los sistemas de comunicación. Del mismo modo, es necesario que prevalezca el apego a los códigos de ética y de buenas prácticas de telesalud, así como a las normativas sanitarias y de derechos del consumidor.

Lucía Chávez reflexionó sobre la práctica nutricional en clave de negocios. Con un enfoque exclusivamente lucrativo, muchos influenciadores ofrecen servicios básicos de telesalud a través de sus canales digitales que no corresponden a una formación profesional y ética en nutrición.

Por ello, y entendiendo que el ejercicio es también el sustento económico de los profesionistas, invitó a sus colegas a perder el miedo al uso de redes sociales para ofrecer un servicio redituable y honesto, así como a mantener una formación permanente. “El futuro del nutriólogo va a ser que nos unamos y que nuestros esfuerzos sean comunes. Esto implica que cada quién desarrolle sus competencias básicas y tenga apoyo en lo profesional”.

Gracias a la telesalud, agregó la especialista, será posible agregar valor al servicio nutricional, donde existirá el respaldo de un aprendizaje acumulado y el prestigio de los esfuerzos conjuntos. Además, la mejora en la atención tendrá impactos económicos favorables tanto en el profesionista como en todo el gremio. “Tengamos esta diferenciación entre los nutriólogos que manejamos muy buenos resultados. Conozcamos muy bien el bussiness”.

julio 13, 2021 - 4:45 pm

Por: Staff

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