El fuego amigo de Morena (que no es tan amigo)

La guerra entre la gente de Morena en Puebla se basa en las diferencias que sostienen los siguientes personajes: César Yañez, Dulce Silva, Yeidckol Polevnsky y Ricardo Monreal. A Yeidckol la apoya directamente el presidente López Obrador. Los demás quieren ejercer presión a través de Alejandro Armenta y en un ámbito menor con la alcaldesa Claudia Rivera. La película se llama todos unidos contra Polevnsky, que significa todos unidos contra ya saben quién.

Como bien dice mi compañero y amigo Ricardo Morales: no se hagan bolas.

La diferencia que existe entre cinco regidores de Morena y su alcaldesa Claudia Rivera, se inscribe en la guerra por la contienda interna a la gubernatura. Esa guerra que inició desde el año pasado y que cada vez va arreciando.

Claudia Rivera se alió a Armenta porque desde el año pasado no pudo contra Barbosa y Barbosa no pudo contra Rivera. La alcaldesa para ganarle la jugada al oriundo de Tehuacán prefirió irse con el senador Alejandro Armenta quien tiene de soportes a César Yañez y su esposa, además de Ricardo Monreal. Los enemigos de mis enemigos son mis amigos, reza el dicho popular. Solo que al hacer esto es una afrenta contra el líder de la llamada Cuarta Transformación.

Durante la campaña del año pasado, el equipo de Rivera Vivanco acusaba al candidato a gobernador de ser marinista y este siempre señaló a la edil de ser morenovallista y recibir dinero de ese grupo político. Es decir, era una lucha para demostrar cuál de los dos grupos estaba más intervenido.

Ahora, los cinco regidores de Morena que crearon un bloque en el cabildo contra la alcaldesa solo se inscribe en esta batalla entre Barbosa y Vivanco. Barbosa, como bien sabemos respaldado por Polevnsky y la edil, apoyada por la pareja Yañez-Silva.

Independientemente de esas diferencias que se inscriben en la contienda estatal y de rencillas y viejas facturas por cobrar, la operación política del municipio fue puesta en duda y en evidencia, pues si bien por ley ningún regidor está por encima de otro, en la práctica es distinto: se ve y se lee mal que no haya orden en un cabildo. Se percibe falta de operación y conciliación cuando los regidores del mismo partido le dan la espalda a su presidente.

¿Quién opera políticamente el Cabildo?

¿La secretaria general?

¿El secretario de Gobernación?

¿El síndico municipal?

¿El jefe de la oficina de la Presidencia Municipal?

Quien sea el responsable de operar el cabildo le ha faltado tino y experiencia ya que pone en mal el trabajo de Claudia Rivera. Una cosa es que su oposición la ataque y eso es lo esperado, pero otra muy distinta es que haya fuego amigo que ya no es tan amigo, pero es desde adentro, pues ese es demoledor.

No es la primera vez que ocurre que a un edil le den la espalda los regidores de su partido: le ocurrió a Gabriel Hinojosa, a Luis Paredes y a Eduardo Rivera, solo que en este último caso se sabía que era por órdenes de Casa Puebla y en todos los casos fue al final de su administración, no al inicio.

A Claudia Rivera le pasó al arranque e independientemente de si hay o no mano negra detrás de sus correligionarios pone en evidencia falta de talento y de conciliación, ya que pudieron anticipar un escenario así.

Es urgente que los operadores de la alcaldesa se pongan las pilas porque quien paga los platos rotos es ella y no quienes carecen de pericia. Además de eso y más allá de los tintes electorales, los encargados no han visto que todo lo que ganaron el uno de julio lo pueden perder sino aprenden a gobernar, incluso, internamente.

Traicionan, por omisión, a su jefa.

febrero 12, 2019 - 9:55 pm

Por: Zeus Munive

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