La gran Dolores del Río

Dolores Asúnsolo López Negrete nació en Durango el 3 de agosto de 1904.

Nacida y cobijada en una familia de sociedad duranguense, jamás se imaginó que su nombre sería conocido y reconocido en todo el país y más allá de las fronteras.

Su nombre artístico sería Dolores del Río y se convertiría en una de las más grandes divas cinematográficas de México.

De pequeña tenía ganas e interés de ser bailarina, la actuación no pasaba por su mente. Sin embargo, Dolores se casó con Jaime Martínez del Río y Viñet (18 años mayor que ella) y dejó de lado sus deseos artísticos.

Después de una larga luna de miel por Europa y de un aborto involuntario que la dejó imposibilitada para volver a tener hijos, el matrimonio conoció al cineasta Edwin Carewe quien quedó prendado de la belleza de Dolores y le propuso a la pareja viajar a Hollywood para que ella emprendiera una carrera en la pantalla grande.

Jaime accedió viendo también la posibilidad de poder emprender una carrera como guionista.

Al llegar a Hollywood, ella tomaría clases de inglés y de actuación; y de nombre artístico decidiría utilizar el apellido de su marido.

Dolores del Río haría su debut en el cine mudo con la película Joanna, estrenada a finales de 1925. A pesar de solamente figurar unos minutos su presencia no pasó desapercibido.

Realizó múltiples películas con diferentes estudios y aunque había sido ya solicitada en diferentes ocasiones por diferentes directores mexicanos, ella no había podido atender sus peticiones.

Regresa a nuestro país en 1943 sintiéndose un poco relegada por Hollywood en donde le ofrecían solamente personajes secundarios.

Al llegar, Emilio ‘El Indio’ Fernández le ofrece el estelar de la cinta Flor Silvestre al lado de Pedro Armendáriz. A partir de ese momento su carrera cinematográfica en nuestro país se volvería incontrolable.

Vendrían María Candelaria, Las abandonadas, Bugambilia, La selva de fuego y muchas más que lograrían ubicarla no solamente en el gusto del público sino de la industria fílmica mexicana.

Dolores del Río falleció el 11 de abril de 1983 en Newport Beach, California víctima de insuficiencia hepática.

Su última aparición en la pantalla grande fue en Los hijos de Sánchez, en 1978 dirigida por Hall Bartlett e interpretando a la abuelita Paquita. Compartiría créditos con Anthony Quinn, Katy Jurado y Lupita Ferrer.

A le fecha sigue siendo una de las principales divas de nuestra época de cine de oro mexicano y sigue siendo recordada por su belleza y natural estilo de actuación.

agosto 6, 2020 - 8:45 pm

Por: Gilberto Brenis

Columnistas

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