Lo que sucedió este lunes 26 de febrero será memorable e histórico para el futbol femenil mexicano. Vencer a la super poderosa selección de los Estados Unidos es, sin duda alguna, el mayor logro que haya tenido esta rama desde su profesionalización hace siete años.

Para dimensionar esta hazaña de las amazonas y guardando proporciones es como si una selección mexicana varonil le hubiera ganado a la Argentina con Messi, a la Francia de Maple o al Brasil pentacampeón. Ayer leía con mucha atención un extraordinario hilo de información que publico en “X” @apuntesderabona cuyos datos me permitiré compartir para poder dimensionar el significado de esta hazaña de nuestras amazonas.

Pero antes de compartir esta valiosa información quiero hacerle participe de una reflexión donde por supuesto que como comunicador, aficionado me tengo que incluir lamentablemente; ¿Es usted uno de esos miles o millones de amantes del futbol mexicano que en redes sociales somos muy activos para criticar la desigualdad salarial, de espacios, de difusión del futbol femenil mexicano comparándolo con el varonil? Seguro que no les faltara razón a muchos de sus argumentos y críticas al respecto.

TEST DE VILLAMELONES

Pero también sería bueno preguntarnos y hacer una autocrítica; ¿Cuántas veces va al estadio a apoyar a la femenil de su equipo favorito? ¿Sabe quién va de líder del campeonato, contra quien juega la próxima semana o podría dar al menos 4 nombres del once titular de su equipo femenil? ¿Solo las apoya desde su sillón, desde la comodidad de su teléfono inteligente por noticias que de vez en vez aparecen en las redes? Si alguna de estas preguntas no las pudo responder, tendremos que reconocernos como unos “villamelones” de la liga femenil mx, no se culpe, lamentable y desafortunadamente somos mayoría, asumo mi responsabilidad al respecto.

Es penoso que la gran mayoría de comunicadores deportivos de este país que tan exigentes somos de resultados positivos de nuestro deporte y deportistas el futbol femenil mexicano aparezca en nuestras redes sociales o programas muy esporádicamente, solo cuando “nos quedó de otra” porque es prácticamente obligado, ya sea por una gesta heroica como lo fue vencer a la tetracampeona del mundo, algún lleno en finales o la consecución de un nuevo título.

“LA PAJA EN EL OJO AJENO…”

Tachamos a Doña Fede, a Doña Tele de mercantilistas por solo pensar en el dinero y en las audiencias, cuando nosotros pecamos de lo mismo en nuestros espacios y plataformas. Pedimos y exigimos nuevos “héroes” deportivos, triunfos, diversificación, pero nosotros como comunicadores como medio seguimos haciendo lo mismo de siempre.

Queremos que el aficionado cambie, pero no estamos dispuestos a cambiar para poder seguir facturando. A lo largo de mi carrera en este oficio maravilloso he tenido “N” mil discusiones con editores de revistas, periódicos, páginas web, productores de televisión, jefes de información cuando pregunto por qué no dar la portada, no abrir un programa con la hazaña deportiva lograda por un deporte o un equipo no tan popular o mediático cuando así lo amerita. En la inmensa mayoría de las veces las respuestas han coincidido en el fondo, pero con diferentes palabras; “Es que eso no vende».

Han existido triunfos como históricos como los de Ana Guevara en sus épocas de super atleta, hazañas beisbolísticas, boxísticas, de natación, clavados, TKD, tiro con arco o nado sincronizado que de las portadas de los diarios especializados solo alcanzan un recuadro y una mención en la portada porque la de ocho, se la lleva que América enfrenta al Querétaro o Chivas mantuvo su invicto ante el poderoso Mazatlán.

INFORMACION POR CONVIVENCIA

Con tal de no dar la gloria completa a quien con su deporte se lo gano, hay quien invento las “dobles” portadas, una con la información que “vende” otra con la información que se ganó a pulso la portada. Sucede también en información general, solo que ahí las buenas noticias son las que NO venden y difícilmente serán portada. Si bien no es una generalidad absoluta porque hay excepciones, así es la mayoría ¿Alguien se atreve a dudarlo?

Tan fácil es comprobarlo que quizá la mayoría de mis lectores habituales ni siquiera han llegado a este párrafo porque les dio hueva, porque no estoy escribiendo sobre Chivas, América, Cruz Azul, Pumas o difundiendo algún escándalo de dóña Fede o Doña Tele. Muchos dirán; ¡Qué hueva a quien le importa el futbol femenil!

Somos distribuidores de lo masivo por conveniencia. ¿Cuándo vamos a provocar un cambio de afición o adicionar nuevas si estamos enquistados en un círculo vicioso? ¿Como pretender que nuestros hijos prueben distintas comidas, cuando siempre los llevamos al mismo restaurante y les pedimos lo mismo de comer para tenerlos contentos?

Es decir, siempre ofrecemos el mismo menú, para no perder al cliente, aunque la calidad de este sea infame. Dicen que “al cliente lo que pida” pero yo me pregunto; ¿no estaremos mediocrizando a nuestra clientela? ¿No es una misión del comunicador o medio la objetividad, el reconocimiento antes de las ventas? ¿No debemos ponderar lo que es un buen producto, con buenos resultados para aumentar el número de consumidores?

Pasa con las chicas, pero también con los equipos “chicos”. El Necaxa invicto de Fentanes NO lograra las portadas y el reconocimiento nacional a pesar de su enorme campaña y poco presupuesto con la coartada simple de que NO vende, no es un producto nacional sino regional. Antes se ponderará una derrota de un equipo “grande” ante antes que reconocer que los hidrocálidos los vencieron merecidamente. Así de injusto y mercantilista nos hemos vuelto y la tendencia difícilmente cambiara.

DEL OTRO LADO

Pero también hay otro bando, el que reclama para sí la exclusividad de un producto porque “lo vio primero, lo difundió y cubrió antes que nadie”. Ellos y ellas serán acérrimas criticas porque los comunicadores y medios que no se ocupan de ese deporte hoy se suben al carro del éxito. Podrán tener razón, pero esa postura NO suma, no ayuda nada a que “su” deporte, “su” fuente avance, se reconozca, se difunda, llegue a más auditorio.

Las hazañas deportivas y el deporte NO son exclusivo de nadie, menos de cualquier comunicador o medio. Siempre será mejor hablar de ellas, así se sepa poco, que dejar de hacerlo. Eso es indudable, en este tema se trata de sumar, no restar o quedarse con los mismos. Si es producto es bueno tiene potencial hay que explotarlo, esparcirlo por doquier. Seguro algunos seguirán desinteresados en el deporte, pero habrá otros que no voltearan a verlo. No es una difusión por encargo, por plan de mercadotecnia, es porque ellas se lo han ganado con sus logros.

DIFERENCIAS ABISMALES

Nuestro futbol femenil fue subcampeón del mundo en 1971, en una copa que NO tuvo el reconocimiento de la FIFA y nada paso. Las hazañas de la “Pele” Vargas, “La peque” Rubio y compañía se evaporaron con el tiempo. Se enterraron sus historia y también el futbol femenil que desapareció de competencia en nuestro país.

En aquel torneo, Estados Unidos en el soccer no existía en ninguna de las ramas. Eran más que troncos, pero lanzaron un plan a futuro que rindió frutos. Invirtieron en “el soccer” en la niñez, en las escuelas a edad temprana y media, lo masificaron principalmente el femenil y los resultados llegaron.

Cuando en 1991, se organizó la primera Copa del Mundo Femenil avalada y organizada por la FIFA las campeonas fueron las norteamericanas. México, dejó de existir. Cuando se convirtieron en potencia y las anfitrionas ganaron la medalla de oro de los juegos olímpicos de Atlanta 96, en México apenas se contrató con un modestísimo presupuesto a Leonardo Cuellar.

El futbol femenil en México NO existía, no había ni organización, ni liga, ni nada. Las selecciones mexicanas estaban llenas de “gabachas” porque no había jugadoras en nuestro país para integrarlas. Los resultados fueron entre infames y milagrosos. Nadie las tomaba en serio, la mantenían para tapar el ojo de discriminación.

EN EL CAMINO CORRECTO

Pasaron muchos, muchos años para que finalmente en el 2017 se organizara la liga femenil de la liga mx, que fue semiprofesional. Algunos equipos ni siquiera quisieron participar, tuvieron que pagar para que las transmitieran por TV, así empezó todo hace siete años. Hoy el crecimiento ha sido exponencial pero falta mucho todavía.

Se le gano a una super potencia. La selección estadounidense ha disputado nueve mundiales mayores, México solo tres han ganado cuatro títulos, nuestras representaciones nacionales solo pueden presumir ganar dos puntos. Así de enorme es la diferencia, es un equipo de Kínder enfrentando uno de secundaria. ¡Cómo no reconocer la magnitud de la hazaña!

Antes del juego de lunes la selección de Estados Unidos sumaba 43 victorias contra México por solo una derrota en el 2010 en un premundial. Catorce años después se logra una victoria otra vez. En una revancha podrán volver a vencer las vecinas porque es lógico, pero como nunca podemos decir que ya se está compitiendo, que se está creciendo, que el futbol femenil está en el camino correcto, que ya no se depende de las Mexicoamericanas que ya hay producción nacional 100%.

SIN COMPARACIONES

No cometamos la estupidez de compararlas con el futbol varonil porque son entes y mundos diferentes. Se ha mejorado, se ha avanzado mucho, hoy tienen mucho mejor audiencia que los juegos de la liga de expansión, que algunos de la Serie A o de la liga francesa, pero eso no basta. Los patrocinadores ya han llegado, pero aún son insuficientes para la estructura que se requiere.

La Liga debe crecer y ser más competitiva, no una liga de solo seis equipos que son la que la toman en serio, le invierten, la profesionalizan y le dan un lugar especial. No se trata solo de ganar o no lo mismo; son estructuras y modelos de negocio diferentes en número de audiencia, en económica que comparten un deporte. El año anterior presumieron 511 mil aficionados en los estadios, es un número muy bajo para la cantidad de partidos que se juegan.

La liga femenil Mx necesita más apoyo en los estadios que en las redes, necesita más audiencia desde el sofá de tu casa que alguna serie de Netflix. Las redes no facturan para mantener un negocio, generan interacciones y hasta ahí. Falta mucho por construir, crecer y consolidarse, pero mientras vayan en el camino correcto la mejor manera de apoyarlas es difundiendo sus hazañas o ¿eres de los que prefieres pan con lo mismo? Cada quien sus gustos.

“Cuando trataron de callarme, grité” Teresa Wilms Montt, escritora chilena.