84 días

Finalmente se confirmó, Luis Miguel Barbosa Huerta, no solo será nuevamente candidato, sino todo parece indicar, el próximo gobernador de Puebla.

De este modo cerrará el sexenio que inició por diez días, Martha Erika Alonso Hidalgo, con quien peleó en tribunales justamente el cargo.

No cabe duda que la vida es una rueda de la fortuna.

Apenas 84 días antes de que fuera seleccionado nuevamente como candidato a gobernador, Barbosa era a quien pocos se le querían acercar.

Pero el tino que tuvo fue nunca desistir en su camino; incluso, luego del fallo en su contra del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), historia que todos sabemos.

Aun así, anunció que seguiría en Puebla, con su lucha.

Ni siquiera aceptó un llamado de Andrés Manuel López Obrador de unirse a su gabinete.

Ahora, 84 días después, la cargada es toda suya, casi todos le aplauden y celebran.

Al interior de Morena y de todas las izquierdas, la gran mayoría afirman que fue cosa de justicia.

Todo porque siempre quedó el sabor de boca del fraude en su contra de parte del otrora poderoso morenovallismo.

Ahora, 84 días después, el morenovallismo no existe.

En ese lapso o tiempos de la lucha electoral encarnizada, Barbosa Huerta, logró allegarse de diversos aliados.

Entre ellos, Alejandro Armenta Mier, quien fue uno de los que entró a pelear por la causa de Barbosa al hotel MM, donde afirmaban había una mapachera morenovallista.

Ahora, 84 días después, Armenta Mier, ni siquiera le alza la mano, luego de convertirse en su contendiente por la candidatura.

En este lapso electoral, es de todos conocido que quien lo reforzó fue Fernando Manzanilla Prieto.

También a él la rueda dio la vuelta a su vida.

Hace 84 días, Manzanilla ni siquiera se podía acercar por equivocación a los edificios del gobierno.

Todo por su rompimiento con su cuñado Rafael Moreno Valle.

Ahora, Manzanilla es el encargado de mover los hilos desde la Secretaría General de Gobierno y será el segundo en el poder hasta el fin del gobierno de Barbosa.

Al menos así lo vaticinan los politólogos.

De este modo, nacerá una nueva era en Puebla: el barbosismo.

La ventaja de Barbosa, según las diversas encuestas, es totalmente aplastante.

Incluso, se dice que sí así quiere, llegará a Casa Puebla sin ayuda de nadie.

Por lo tanto, la campaña será una buena ventana de lo que ocurrirá una vez que tome el poder, en su forma de gobernar y con quien lo hará.

Pero queda en la duda en las huestes morenistas si habrá operación cicatriz o de plano una limpia de quienes no lo apoyaron.

Y es que hay muchísimos huérfanos.

Pero entre toda esa expectación, se dice que ya se entablaron charlas de negociación con Alejandro Armenta, para que su grupo ocupe espacios y así finalmente le levante la mano.

También se dice que quien negoció rápido fue Nancy de la Sierra, al lograr que ya no se utilicen de garrote las cuentas de su esposo José Juan Espinosa.

Pero donde no queda duda es que habrá una limpia total en los primeros estratos del actual gobierno del Estado.

Ahí se dice, nadie repetirá, solo uno y ya se dijo quien.

Todo es cosa de tiempo.

En tanto, ahora son días de negociación.

¿Golpe de timón?

Excelente decisión tuvo la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, para designar como nuevo director de comunicación a Rafael Quiroz Corona.

Todos saben de la capacidad y experiencia en esta materia del nuevo funcionario municipal.

Por lo mismo, se espera que realmente sea un golpe de timón del ayuntamiento, al menos en la forma de comunicar.

Veremos hasta que punto la alcaldesa deja maniobrar ese timón, para empezar a enderezar un barco a punto de naufragar.

Tiempo al tiempo.

Felicitaciones

Este miércoles el rector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Alfonso Esparza Ortiz, anunció la designación de José Carlos Bernal Suárez, como Vicerrector de Extensión y Difusión de la Cultura.

Sin duda un premio y reconocimiento al buen trabajo.

Enhorabuena.

marzo 21, 2019 - 6:50 pm

Por: Jorge Luis Castillo

Columnistas

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