Capítulo 5. La sombra de la duda y el empoderamiento de Martha

Martha la gobernadora caída

Gali era un tipo 100 por ciento emocional, Moreno Valle era un hombre frío y pragmático, si necesitaba a alguien olvidaba cualquier agravio, era el prototipo del político plasmado en el Príncipe de Maquiavelo. La sombra de la duda ya había sido sembrada entre ambos personajes y jamás las cosas volverían a ser iguales.

Mucho tuvieron que ver en este distanciamiento, los propios integrantes de ambos equipos, como lo señale en la pasada entrega.

Desde el arribo de Gali a Charly Hall, su gente más cercana ya hablaba de “Galicismo”, una nueva corriente, surgida del morenovallismo, pero con estilos de liderazgo y ejercicio del poder, muy diferentes.

La contienda federal intermedia del 2015, fragmentó de nueva cuenta a ambos equipos y comenzó a dividir aún más al que alguna vez había sido el grupo compacto más poderoso de Puebla.

Es muy difícil saber que realmente paso en esa elección federal del 2015, hay diversas versiones al respecto. Se dice, por ejemplo, que Rafael negoció con Osorio Chong y Lastiri varias diputaciones federales, la más clara la del distrito 7 con cabecera en Tepeaca en donde el candidato del PRI a esa demarcación, Alejandro Armenta, quien había dirigido el Registro Nacional de Población (Renapo) se impuso sobre el “morenovallista”, Mario Rincón.

Armenta odiaba a Moreno Valle, pero era parte del equipo de Osorio, quien lo había cobijado, a solicitud de la subsecretaria de Gobernación, Paloma Guillén, la hermana del subcomandante Marcos.

El priista venció de manera clara a Rincón, al cual el morenovallismo dejo solo en la recta final de la campaña.

En Puebla capital, fue muy claro que actores morenovallistas, bloquearon la candidatura de Xabi Albizuri y se obstinaron en descarrilar a Gali. La derrota en la capital de los candidatos del PAN, tuvo como traducción una derrota para la administración de Tony, quien emocional como es, nunca perdonó ese agravio.

La derrota de la dupla a la diputación federal del PAN por el distrito 12 con cabecera en Puebla, integrada por Ángel Trauwitz y Cabalán Macari, a su vez se le adjudicó por parte del morenovallismo a Gali, quien se dice visualizaba como un posible adversario, al exsecretario de Infraestructura y amigo de toda la vida de Rafael, Cabalán Macari Alvaro, quien también estaba contemplado para hacerse de la candidatura a la mini gubernatura.

Por si fuera poco, Ángel Trauwitz, quien encabezaba la fórmula, realizó una de las peores campañas de las cuales se tenga memoria, además de que sumó a su equipo, al ex operador de lujo del rector Agüera, Damián Hernández, señalado por Gali, de ser el origen de las “campañas negras” publicadas en el periódico “La Jornada de Oriente” en contra de su familia, principalmente de sus hijos.

Es muy difícil creer que Rafael también haya negociado las diputaciones federales de la capital con el PRI y el presidente Peña, pero lo que si ocurrió, es que el tricolor se alzó con el triunfo en los distritos 6, 11 y 12, mientras que el PAN solo obtuvo ganó en el 9. El morenovallismo había quedado divido y lleno de rencores. El operador de lujo de Rafael, Eukid Castañón, ni se metió en este proceso.

Las diferencias entre ambos comenzaron aflorar, cada día se hacía más grande la brecha entre los dos hombres que 10 años atrás, a borde de una piscina en Acapulco había sellado su destino.

En medio de todo esto, un acontecimiento había marcado el declive del morenovallismo, Chalchihuapan, una modesta junta auxiliar del municipio de Santa Clara Ocoyucan se había levantado en rebeldía.

Sus habitantes, en su mayoría de origen campesino, habían tomado el 9 de julio, la autopista a Atlixco a la altura de su comunidad y habían chocado con un grupo de policías quienes habían acudido a desalojarlos de este lugar. La orden fue determinante: “liberen la vía, a costa de lo que sea”.

Los policías que eran superados por la población en número, comenzaron a disparar gases lacrimógenos y algunos dicen, que hasta balas de goma, versión siempre desmentida por la administración estatal, lo cierto es que algún objeto lanzado por la policía se impactó en la cabeza del niño José Luis, quien ese día no había ido a la escuela y fatídicamente se acercó al lugar en donde se llevaba a cabo la reyerta.

El resultado fue fatídico, José Luis Tehuatli, hijo de doña Elia Tamayo, fue trasladado aún con vida al hospital General del Norte y murió 10 días después a causa del impacto que recibió en la cabeza el cual fracturó su cráneo. Su fantasma se convertiría en la sombra de Rafael hasta el día de la muerte del ex gobernador y senador de la República.

La muerte del niño trajo consigo otra baja en las filas del morenovallismo y esta última fue costosísima, la salida del hombre que le daba equilibrio al grupo y que se había convertido durante todo el proceso en el “gurú” político de Rafael, Luis Maldonado Venegas, un hombre inolvidable, quien fungía en ese entonces como secretario de Gobernación.

Maldonado fue el autor de la famosa frase: “La policía fue atacada con piedras de alto calibre”, la cual se convirtió en la burla de la prensa nacional y local. Luis perdió el respeto de quienes fueron sus discípulos y se tuvo que regresar a la ciudad de México a refugiarse en el PRD y más tarde en una diputación federal. El grupo se había quedado sin su mediador y las consecuencias serían fatales.

Después de la elección federal de julio del 2015, Rafael se abocó en su sucesión, la cual ya delineaba desde hace tiempo. Su mejor amigo, Cabalán Macari Álvaro había quedado descartado, tras su derrota en el distrito 12, una y otra vez Rafael había dicho que no había segundas oportunidades para los perdedores.

En agosto de ese año, Rafael llevó a cabo una nueva reforma electoral para Puebla, la cual modificaba la que se había aprobado en 2011. Entre otras cosas el documento ponía fuertes candados a la participación de los candidatos independientes, abría el proceso a las llamadas candidaturas comunes, una genialidad, la cual le ayudaría a ganar la gubernatura en el 2018, pero mantenía intacto el tema de la mini gubernatura.

En las discusiones previas a la aprobación y promulgación de esta reforma, se puso sobre la mesa, el ampliar el periodo de la mini gubernatura, entre los que impulsaban que el periodo de gobierno del sucesor de Rafael se fuera de un año ocho meses a 4 años 8 meses para empalmar el proceso local con el federal hasta el 2024 estaba el entonces presidente municipal Tony Gali, quien alegaba el tema de la gobernabilidad para el estado.

Entre quienes se opusieron a la ampliación del periodo se encontraban Eukid Castañón y Jorge Aguilar Chedraui, el líder del Congreso local. Su principal argumento para impedir esto fue: “te va a traicionar Tony Gali y te va a desconocer”.

Esta demás el decir, quienes se impusieron. Rafael quien ya desconfiaba de Gali, se dejó llevar por su equipo cercano y mantuvo la mini gubernatura, decisión que terminó siendo fatal para el morenovallismo y que originó el que se empalmara la elección local con la federal en el 2018 y que Rafael tuviera que hacer frente al reto más grande en su carrera política, derrotar al tsunami que iba a provocar Andrés Manuel López Obrador.

Los enfrentamientos entre el presidente municipal de Puebla, Gali y el líder del Congreso local, Aguilar Chedraui, de nueva cuenta, arreciaron.

Tony no estaba muy conforme con el tema de la mini gubernatura y así se lo hizo saber a Rafael; por su parte, Jorge, nuevamente era alentado para enfrentar al alcalde capitalino y disputarle ahora la candidatura a Casa Puebla.

Diciembre cerraba a tambor batiente, como lo mencionamos en el capítulo anterior, el día 9 de ese mismo mes, Martha Erika Alonso rendía su último informe de labores al frente del DIF estatal en el auditorio de la Reforma y asumía la riendas del PAN, a través de la secretaría General de este partido, ya no había dudas, Rafael había abierto su juego y Martha era su carta para el 2018.

Todo el tiempo como buen ajedrecista, Rafael había cuidado perfectamente a su reina, para evitar que se la pudieran comer, incluso en el camino había sacrificado a varios peones, para lograr hacer jaque mate.

Martha era la elegida, siempre lo había sido, no había la menor duda, solo Manzanilla se había dado cuenta y había pagado caro este hecho.

Pero así como ya había carta para el 2018, aún no había para el 2016, el cual estaba a la vuelta de la esquina.

Pese a que la relación entre Rafael y Tony ya no era la misma, Moreno Valle no quiso arriesgar, los números eran contundentes, el “fantasma” de José Luis Tehuatli, los errores del 2015 y el desgaste natural del poder, habían debilitado al morenovallismo quien vivía una crisis interna imperceptible a los ojos de muchos analistas.

Gali era una marca registrada y quien tenía los mejores números, la decisión de que fuera el candidato a la gubernatura se tomó durante los últimos días del 2015, aunque no estuvo exenta nuevamente de diferencias entre ambos personajes.

Gali quería dejar como su sucesor al frente del Ayuntamiento de Puebla, al entonces Auditor Superior del Estado, su amigo David Villanueva Lomelí, quien gozaba de la confianza de Tony.

Rafael no cedió y optó por su secretario de Desarrollo Social, Luis Banck Serrato, quien ante la salida de Manzanilla y de Maldonado del grupo, se había convertido en el hombre más cercano a Rafael y también a Martha Erika Alonso.

Banck gozaba de todas las confianzas de ambos y eso inclinó la balanza a su favor, aunque nuevamente la decisión dejaba herido a Gali, quien el 20 de enero, solicitó licencia para separarse de su cargo como presidente municipal de Puebla.

El 4 de abril del 2016, Tony arrancó campaña en la junta auxiliar de Azumiatla, para buscar ahora la gubernatura de Puebla. Fiel a su estilo Gali cantó y se divirtió durante ese primer día de labores, pero por delante tenía todo un reto.

El priismo, en un último intento, desesperado por recuperar el poder, enviaba a su mejor carta de ese momento, a la ex presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá, la cual había solicitado licencia al senado de la República para hacer frente a este reto. Blanca había sufrido una transformación.

La mujer sencilla y carismática que había ganado la alcaldía en el 2007 en contra de todos los pronósticos, se había convertido en un personaje malhumorado y con aires de soberbia.

Desde ante de arrancar campaña, Blanca ya cometía errores que le costarían muy caro. En su primer evento de precampaña, Alcalá se hizo acompañar del ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, cuya figura no ayudaba en nada a la ex alcaldesa.

Su segundo error sería todavía más grave, en su primer acto de campaña, Blanca aseguró que ella si sería una “candidata de a pie”, en una clara alusión a los constantes viajes en helicóptero del entonces gobernador Rafael Moreno Valle, quien se dice, utilizaba este aparato hasta para ir al baño del CIS a casa Puebla y regresar porque no le gustaba hacer sus necesidades en ningún otro lugar.

Lo que parecía un acierto para Alcalá y un duro golpe en contra de Moreno Valle, se convirtió en el Waterloo de la campaña, porque Alcalá al terminar el evento se subió a su Suburban se dirigió a un edificio de la zona cercana a Angelópolis y abordó un nave para trasladarse a un evento a Huauchinango.

Las fotos del abordaje y despegue de la nave fueron publicadas por el periódico Cambio y fueron brutales, pues terminaron con la credibilidad de Alcalá, quien ya pudo, ni supo reponerse de este duro revés.

El carácter se le “agrio” a doña Blanca, por si fuera poco y fiel a su costumbre, el morenovallismo atacó duramente a Alcalá por el lado de su patrimonio, la casa de lujo en un fraccionamiento cercano a la vía Atlixcayotl y otras posesiones, hundieron a la candidata priista, la cual tuvo que hacer frente además y para variar a las traiciones de Juan Carlos Lastiri y Enrique Doger y a las manos caídas de Javier López Zavala.

Del otro lado, no todo era miel sobre hojuelas, la relación Moreno Valle-Tony Gali, estaba más que dinamitada.

A inicios del mes de mayo, apenas cumplido el primer mes de campaña, Tony me invitó a tomar un café en sus oficinas de plaza Santa Fe, en donde había instalado su bunker de campaña.

Su secretario privado, Jacobo Ordaz, me condujo a su oficina, Gali se había arremangado las mangas de la camisa, mientras escuchaba música de Mijares y Emmanuel, sus cantantes favoritos.

Tony fue muy directo

– Le acabo de renunciar a Rafael.

– ¿Cómo?, le dije

– Si, ya estoy hasta la madre, no me deja hacer las cosas a mi manera, me quiere imponer a sus operadores y que yo haga a un lado a los míos, a mi estructura y no estoy de acuerdo, de pendejos no los baja, pero eso se acabó, renuncie a la candidatura.

– ¿Y qué te dijo?

– Que no, que lo pensara bien y que nos viéramos mañana, pero yo ya estoy harto.

– No manches ¿Y luego?

– Pues ya veremos.

La campaña había abierto aún más la brecha entre Rafael y Tony, el entonces gobernador criticaba los actos de campaña que este realizaba y criticaba aún más el hecho de que cantara en cada uno de ellos, pero ese era el estilo y esa la forma de hacer campaña de Gali.

Así llegó el domingo 5 de junio del 2016, una elección hasta ese momento inédita, porque los poblanos solo irían a la urna a elegir a gobernador, mismo que además solo duraría en el cargo un año y ocho meses.

Gali ganó de manera holgada con 12 puntos de ventaja sobre su más cercana competidora, la ex alcaldesa de Puebla, Blanca Alcalá. Tony tuvo 805 mil votos, Blanca solo 596 mil, con una participación del 45.3 por ciento, una de las más bajas en la historia de Puebla, solo superada por la extraordinaria celebrada en Puebla en este año.

El triunfo nuevamente pareció subsanar las diferencias entre estos dos personajes, aunque los ambos equipos se disputaban el honor de haber llevado a la victoria a Gali. Los morenovallistas decían que sin ellos Tony no hubiera ganado, mientras que los galicistas alegaban que todo el éxito había sido de ellos.

La victoria suele maquillar siempre las grietas generadas luego de años de poder y esto precisamente ocurrió con este grupo político, cuya fracturas eran ya más que evidentes.

Los últimos meses de Rafael Moreno Valle como gobernador de Puebla fueron frenéticos, no paraba de inaugurar obras, sostenía hasta 5 o 6 eventos en un día, como si estuviera en campaña.

El 15 de enero, en el auditorio de la llamada Ciudad Modelo, muy cerca de la empresa alemana Audi, el orgullo del morenovallismo, Rafael Moreno Valle rindió su último informe de labores como gobernador de Puebla.

El 31 de enero del 2017, Rafael todavía realizó una gira de trabajo por cuatro diferentes puntos del estado de Puebla y el 1 de febrero, a las 2 de la mañana, junto con su esposa Martha Erika, cenó con Tony y su esposa Dinorah en el museo regional de Cholula, en donde se tomaron la última foto.

Por la mañana, Rafael partió a la Ciudad de México a iniciar su campaña por la candidatura del PAN a la Presidencia de la República, pero había cometido un error que a la postre le costaría caro, había empoderado a Ricardo Anaya al frente de la dirigencia nacional del albiazul y el joven político, no era precisamente alguien manejable.

Gali rendía posesión como el nuevo gobernador de Puebla, la distancia con su amigo Rafael, cada día se hacía más grande.

Foto: Es Imagen / José Castañares / Jafet Moz / Archivo

noviembre 24, 2019 - 8:50 pm

Por: Ricardo Morales Sánchez

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