“Los mexicanos nacemos donde nos da la gana”, así expresó María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano cuando se le preguntaba sobre su nacionalidad. Ella nació el 17 de abril de 1919 en San Joaquín, Costa Rica.

El mundo la conocería como Chavela Vargas y dejaría un gran legado de música y techos de cristal rotos. Siempre controvertida y famosa por tomar tequila y sentir atracción por las mujeres, Chavela Vargas logró hacer de México su casa y de la música su forma de expresarse. Quizá no era la mejor voz, pero sí el mayor sentimiento en el escenario.

La Chamana vivió como quiso y jamás pidió permiso para hacer lo que le nacía de los ovarios. Enfrentó, encausó y demostró quien era con la gallardía que solamente tiene aquella persona que saber quién es y poco le importa lo que digan los demás.

Quizá uno de mis grandes arrepentimientos es haber coincidido con ella en el Hotel Mocambo del puerto de Veracruz. Ella desayunaba en la mesa contigua junto con otra mujer y yo estaba entre si debía acercarme o no, decidí no hacerlo y ahora me doy de topes en la cabeza. Hubiera sido un lujo haber cruzado palabra con ella y tomarme una foto, pero el hubiera no existe.

Su fallecimiento, el 5 de agosto de 2012 a la edad de 93 años fue el remate de una vida llena de altibajos, excesos y talento. Ella llegó a nuestro país cuando tenía 17 años y el dedicarse a la música se dio como algo natural. Grabaría su primer disco en 1961.

Su salida del clóset de manera oficial se dio a la edad de 81 años en su autobiografía, aunque quienes le conocían e incluso su público sabía perfectamente que no era necesario hacer aclaraciones de ese tipo.

Sus romances con Frida Kahlo y Alicia Elena Pérez Duarte fueron muy sonados y parte importante del sentimiento que ponía en las canciones que interpretaba.

Sus múltiples grabaciones siempre dieron cuenta de su mal de amores y acompañaba sus cantos con el tradicional jorongo rojo, fumando cigarros y bebiendo tequila.

Chavela Vargas sigue vigente, se le recuerda y se le sigue respetando. Labró su nombre y su carrera en la sangre e historia de México habiendo nacido donde le dio la gana decidió hacer de su casa México y de su corazón nuestros escenarios.