Claudia Rivera y los cuatro fantásticos

En el ayuntamiento de Puebla ya les dicen los cuatro fantásticos a Javier Palou, Andrés García Viveros, Ollín Rivera y Liza Aceves. Ellos se han dedicado a encapsular a la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco. Ellos cuatro son los que verdaderamente gobiernan, mientras que ella solo cita canciones de Joaquín Sabina.

A casi ocho meses de haber arrancado su administración, la alcaldesa suma cada vez más gente pero en su contra. No hay una obra emblemática, la inseguridad crece, y las encuestas nacionales dadas a conocer recientemente (Massive Caller y Campaings and Elections) la ponen como el último lugar de los alcaldes de las ciudades más importantes de México en popularidad. Su única acción contundente fue arrancar chicles pegados en las losas del zócalo y pintar de colores las cebras peatonales en el bulevar 5 de Mayo.

El problema es que escucha pero no hace caso.

Piensa que así como lo hace está bien y los medios de comunicación son una bola de chayoteros y nada más quieren dinero. No se deja ayudar. Total que es mejor pensar en Sabina, en alguna boda, o en algún viaje a Viena, llevarle las contras al gobernador electo al mandar a su familia (madre y hermanos) primero para apoyar a Alejandro Armenta y ahora a Bertha Lujan, la enemiga de Yeidckol Polevnsky.

Y manda más malas señales: al inicio de esta semana el periodista Rodolfo Ruiz presentó en su columna una fotografía en la que se reunieron varios empresarios para sumarse a ella. Hasta ahí todo bien sino es que en la imagen aparece el constructor Mario Mendívil, a quien la BUAP lo acusa de haberle arrebatado el equipo de futbol a la mala y venderlo a la peor para favorecerse.

Independientemente del litigio de la casa de estudios contra el gandalla Mendívil, Rivera con esa imagen respalda al enemigo de la institución educativa más importante de Puebla, parece que ya se le olvidó que el propio Alfonso Esparza le abrió las puertas cuando ella ganó la alcaldía y trató de ayudarla. Parece que no le importa su alma máter. ¿Qué le hubiera costado decirle a los demás empresarios: “díganle eso de comes y te vas”? O qué, ¿de plano los cuatro fantásticos no saben medir consecuencias?

Aunado a todo eso, hay una bomba de tiempo que va a estallar en el DIF municipal pues han comenzado a correr a varios trabajadores que apoyaron a Barbosa en el 2018 y 2019. El tema del DIF que encabeza Mayté Rivera Vivanco es de verdad para Ripley. Trataré de contar la historia por los nombres que aparecen y sus relaciones de amiguismo y compadrazgo.
El director general del DIF municipal es Benigno Romano Romano, tío del secretario de Infraestructura Municipal, Israel Román Romano, quien es muy cercano a la alcaldesa Rivera Vivanco desde la universidad. Y cuando decimos muy cercanos, es que verdaderamente eran muy cercanos.

A don Benigno Romano se le hizo fácil llevar a trabajar a su pareja Ku Mei Rita Morales León y ella le pidió a Benigno que le abriera la nómina a dos de sus sobrinas: Elizabet e Iridany Rojas Morales.

Don Benigno, además, contrató también a alguien muy cercano a él: a la señora Dulce Rocío Flores Calderón e impuso en la dirección jurídica a un priista Guillermo Contreras Vergara, quien fue el responsable de que corrieran con malos tratos a nueve empleados que simpatizaban con Barbosa. Dicen que el director jurídico del DIF en la ciudad ha llegado a aventar sillas y escritorios. Mienta madres, ofende a las trabajadoras y nadie, absolutamente nadie, hace nada, pues es el recomendado del tío de Infraestructura.

Y si bien hasta aquí no se configuró nepotismo, digamos que la alcaldesa solo gobierna solo con sus cuates como el coordinador ejecutivo de Proyectos Estratégicos, Andrés García Viveros, el verdadero cerebro de Claudia Rivera y para cerrar ya esta historia de amarres y enredos, la prometida de Viveros trabaja como particular del secretario de Infraestructura, Israel Román Romano y ella -¿qué creen?-, es la hermana del priista y asesor de la alcaldesa, Iván Galindo Castillejos.

Todo estaría muy bien si y solo sí hubiera resultados, pero si analizamos cómo van las cosas hasta ahorita nos vamos para atrás como Condorito el de los cuentos: ¡plop!

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Cuentan que una vez que entró a trabajar en el ayuntamiento llegó con muchísimas deudas. Quienes lo conocen saben que no es de fiar porque no paga y a muchos les ha hecho varias chicanadas. Se le conoce como transa.

A ocho meses de estar en la comuna ya estrenó una Jeep Gran Cherokee último modelo de súper lujo que anda en al menos 920 mil pesos.

También se compró una casa en Lomas de Angelópolis, no le alcanzó para La Vista como a otro personaje que salió de un barrio del centro de Puebla pero le queda muy cerca. Y las fuentes consultadas cuentan que diario saca por el cobro de alcohol y giros negros de todo el municipio unos 200 mil pesitos. Ese dinero, eso sí, no llega a las manos de la señora presidenta.

¿Todavía no dan quién es?

Su conciencia es tan negra como el hollín.

¡Viva la austeridad republicana!

Ilustración: Alejandro Medina

julio 11, 2019 - 10:00 pm

Por: Zeus Munive

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