Crisis en Infraestructura Puebla; vamos rumbo al subejercicio

Algo huele mal en la Secretaría de Infraestructura de Puebla y huele mal porque se echó a perder. Dirían en mi rancho: se aposcaguó y eso ocurrió porque el secretario Daniel Gámez Murillo no hace ni deshace, no suma pero sí resta, no multiplica pero sí divide.

Vamos al grano: desde el inicio de este año, es decir antes del Covid-19, el funcionario no había presentado ninguna obra de las planeadas con antelación. Vino la contingencia y en vez de apoyar al gobernador y proyectar al menos qué hacer, no ha hecho absolutamente nada. Ni carpetas ni proyectos. En lo que va del año, menos del 5 por ciento del presupuesto se ha aplicado.

Y no es culpa del mandatario, pues Miguel Barbosa se metió de lleno al tema de la contingencia sanitaria. Delegó el tema de la obra pública a un funcionario quien supuestamente debería tener ya todo listo: licitaciones, planes, proyectos. Y como no hay nada y no se ha ejercido el presupuesto vamos encaminados a un terrible subejercicio y que la federación nos recorte más de lo que ya ha hecho en este año.

2 mil millones de recursos federales pueden rescatarse, pero como decíamos líneas arriba no hay licitaciones ni han arrancado los proyectos. Del fondo metropolitano que son 900 millones de pesos está en el limbo sin las gestiones.

Están a punto de perderse 2 mil 800 millones de pesos de recursos y que deberían ser usados en obra pública. Al parecer solo se van a aplicar de esa cantidad 240 millones. De por sí ya se habían perdido 500 millones de pesos en obra hidráulica que ya habían sido aprobados por Conagua y que no se han ejercido.

¿Y todo por qué?

Porque Daniel Gámez es una tortuga que pone huevos en la playa. Camina lentamente y no hace ni deshace. Al parecer solo intenta engañar al gobernador, quien ha estado desde principios de marzo para acá metido de lleno en contrarrestar la crisis sanitaria que vivimos.

Es a través de la obra pública que se espera que se reactive la economía ante la terrible ola de despidos que estamos viviendo, pero a Gámez le viene valiendo un pepino lo que le pase a los poblanos porque como él no ha dejado de percibir su salario mensual integro.

Había al menos 120 proyectos con los alcaldes de los 217 municipios en los llamados peso a peso y Gámez no los ha ejecutado. Y para acabarla de amolar, en la última reunión con la Comisión de Infraestructura del Congreso del estado, Daniel Gámez no tenía idea de nada. Tan es así que varios diputados le reclamaron que no hay obra en Puebla.

Gámez se escuda y justifica su inoperancia con el Covid-19, pero la apatía para trabajar ya venía desde antes de que el coronavirus nos atacara a los poblanos.

En esa misma lógica está Javier Huerta, quien presume ser primo del gobernador Miguel Barbosa pero al ser el encargado de las gestiones con los presidentes municipales tampoco ha hecho nada al igual que Daniel Gámez.

Y así como está Infraestructura están varias dependencias: Desarrollo Rural (ahí cuentan que en este año no hay proyectos y se ejerce apenas los recursos del 2019), Medio Ambiente y un largo etcétera.

Le están jugando las contras a su jefe, Miguel Barbosa, quien cuando descubra qué ocurre en sus dependencias dará un manotazo. Ya saben que no perdona errores en su administración.

Tovilla Lara piensa fugarse a Canadá

Tras la revelación de que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Auditoría Superior del Estado, dirigida por Francisco Romero Serrano, realizan una ardua investigación a Eduardo Tovilla Lara, el verdadero operador financiero del morenovallismo desde los tiempos que manejaban Finanzas con Melquiades Morales, fuentes cercanas a dicho personaje revelaron que piensa ya emigrar a Canadá para que no lo detengan.

Las fuentes consultadas comentan que Tovilla Lara siempre presumió de ser multimillonario, además se jactaba por ser el dueño de la cancha de padel que está sobre la avenida Atlixcáyotl, presumía muy orondo que tiene propiedades en Houston y Canadá. Una casa en Atlixco en donde supuestamente mandó a comprar una duela especial similar a la que usan en los estadios de la NBA.

Las propiedades de Houston están en Woodlands, esa zona exclusiva que cuesta millones de dólares construir una casa, pues ahí decía, el ex secretario de Finanzas que tenía unos modestos jacalitos.

Un dato más para alimentar esta historia: los hijos de Tovilla ya están inscritos en una escuela en Canadá para cuando termine el verano, pues sí piensa irse. Ya sabe que si lo investiga la UIF y ahora la ASE no podrá comprobar todo el dinero que acumuló desde el sexenio de Melquiades Morales Flores.

¿Será un nuevo Javier García Ramírez?

Dicen sus amigos cercanos que anda buscando quién le compra su cancha de Padel. Que hasta le ruega al dueño del terreno para que la adquiera, o al menos piensa dejar un administrador propio para que la lleve. Vaya cosa: si alguien sabía cómo se movió el dinero que generó el morenovallismo fue Tovilla y es que como dice el viejo refrán: quien parte y reparte…

Un dato que ya muy pocos recordarán: en el Diario Cambio, en las elecciones del 2006, quien esto escribe publicó un amplio reportaje de cómo Tovilla Lara dio bonos millonarios de retiro a esa clase política desde la Secretaría de Finanzas.

Y a todos les tocó.

Y cuando decimos todos es todos.

Así que si quieren más pistas, hay que seguir la ruta del dinero.

Follow the money.

julio 14, 2020 - 9:00 pm

Por: Zeus Munive

Columnistas

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