La arqueología en “Los Secretos de Puebla”

Siempre hemos buscado a través de la historia algunas verdades, la razón de la existencia de lo que hoy vemos como una realidad, nos imaginamos el contexto, la vida en ese momento y probablemente la razón o el porqué de lo que ahora somos, pero cuando corroboramos científicamente aquellos datos que se nos ha dado es causa de una gran satisfacción. Eso es lo que ha ocurrido con “Los Secretos de Puebla” y su descubrimiento, ahora entendemos esas historias del pasado, ahora las podemos vivir y entender que son una realidad porque tenemos como comprobarlo, tenemos datos e investigación científica.

La arqueología es una ciencia reciente que mediante objetos o elementos materiales estudia las civilizaciones de la antigüedad y es también una de las mejores herramientas para reconocer las verdades guardadas en la historia. Hoy en día en Puebla se cuenta con un grupo de arqueólogos que trabajan con gran profesionalismo y entusiasmo por encontrar asas verdades, por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia realizan los trabajos adecuados en un tiempo determinado y en base a una metodología específica para llevarnos la información real de una investigación detallada.

Y así es como comienza la historia del trabajo arqueológico en el Pasaje 5 de Mayo… En las obras de construcción del viaducto Zaragoza en el año 2011, fue localizado uno de los muros de contención del antiguo río de San Francisco, y sobre este muro, hacia el lado norte de la vertiente, un arco tapiado que, al ser explorado resulto ser una galería subterránea que va en dirección al barrio de Xanenetla, el cual se dice llegaría hasta los Fuertes.

Esta misma galería fue utilizada en el siglo XIX como escondite o polvorín, cuando el edificio anexo fue cuartel de las Fuerzas de Seguridad Pública de Puebla, mejor conocido como “Cuartel de Rurales”. Durante el siglo XX los vecinos del barrio hicieron algunas horadaciones sobre la bóveda del pasaje para conectar a ella alcantarillas, que desembocaban en el río de San Francisco.

Varios años después llega un equipo de arqueólogos cuando se decide realizar la excavación e investigación por un comité de expertos comisionado específicamente a “Los Secretos de Puebla”, conformado por historiadores, arquitectos, ingenieros, museógrafos y arqueólogos encargados por parte del INAH.

En las múltiples excavaciones realizadas en la zona se encontraron objetos que fueron registrados, entre ellos destacan: cerámica, hueso, metal vidrio y piel que se pueden dividir en tres grupos, dependiendo de su uso. El primero relacionado con la práctica militar, sobresalen elementos como cartuchos de diferentes calibres. El segundo corresponde al rubro de la salud, ya que se encontró un número considerable de ampolletas de diferentes tamaños. El tercer grupo de uso utilitario compuesto por: vasijas, platos, ollas, cazuelas, que funcionaron para la elaboración y servicio de comida.

Es interesante reflexionar sobre los artículos que evidencian la existencia de ciertas actividades, es posible considerar que el material arqueológico antes descrito puede relacionarse temporalmente a las primeras dos décadas del siglo XX, ya que no se localizó indicio alguno, al menos en las excavaciones que nos remita a manifestaciones bélicas posteriores. El hallazgo de una cantidad significativa de basureros creados por los mismos militares nos deja entrever la reutilización, reinterpretación del espacio que generaron durante un determinado momento los mitos y leyendas fueran consideradas ciertas.

Twitter: @DanyCaPo
Fotos: Es Imagen / Ángel Flores

junio 24, 2018 - 9:40 pm

Por: Daniela Calderón

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