La bomba Covid

¿Le preocuparía a usted trabajar junto a dos compañeros, codo a codo frente a una computadora?

¿Le preocuparía además estar dentro de una oficina con al menos 30 personas conviviendo por lo menos 12 horas?

Tal vez antes no, pero ahora en los tiempos del Covid-19, es muy riesgoso de contagios ¿verdad?

Si una empresa privada o fábrica estuviera laborando de este modo, seguramente sería clausurada.

Lo más increíble es que esto está pasando diariamente dentro de las oficinas de la Dirección de Emergencias y Respuesta Inmediata (DERI) ubicado en Rancho Colorado.

En este lugar dependiente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), a diario elementos de la Policía Municipal, tienen literalmente que rezar para que alguno de sus compañeros no sea portador del nuevo coronavirus Sars Cov2.

Incluso como ya le adelantamos en anteriores entregas, ya se registraron por lo menos dos casos conocidos de elementos que enfermaron.

Sin embargo, la orden es mantener en secreto los contagios ¡aunque usted no lo crea!

Desde que se publicó en este espacio los contagios ya registrados, ha habido un mutis total de parte de la dependencia que aún dirige la titular Lourdes Rosales.

Será porque uno de los “genios” que pretenden mantener en secreto los contagios es nada menos Aníbal Ramírez Guzmán, sobrino político de la titular de la SSC.

Este personaje es sumamente conocido por su prepotencia con la que trata a los uniformados, quienes se han quejado de él constantemente.

Pero al ser el protegido de Lourdes Rosales, no pasa nada.

Ahora, se sabe, según los mismos policías, que están escondiendo los casos de Covid-19 que se han presentado no solo en la corporación, sino en el edificio donde están aglutinados y conviviendo.

Los mismos elementos se han dado cuenta de cómo compañeros son mandados a sus casas o simplemente ya no aparecen.

A los mismos uniformados no les faltan ganas de documentar con fotografías la forma en que están laborando, pero al estar rodeados de cámaras de seguridad, quien se atreva sufrirá las consecuencias.

Mientras tanto, trabajan y hasta toman cursos en los espacios cerrados, sentados de hasta tres personas por computadora.

Debe señalarse que los argumentos de Aníbal, es que se están llevando a cabo las medidas sanitarias como es la portación de cubrebocas, gel antibacterial y revisión de temperatura.

Lo malo, es que las mascarillas que utilizan la mayoría son de los más sencillas con una vida de tres horas, pero lo están portando en todo el turno de mediodía.

Seguramente lo que no saben los jefes de a SSC, es que hay portadores de coronavirus asintomáticos, quienes son los realmente peligrosos por contagiar sin saberlo.

Aunque les tomen la temperatura no se les descubriría.

Esto ha generado mucha molestia y sobre todo angustia.

Incluso algunos de los que ya fueron infectados, ya están pensando seriamente proceder contra la corporación por la forma de arriesgarlos inútilmente.

El edificio del DERI es una bomba de tiempo que podría estallar en contagios masivos.

Y conste que ya lo habíamos advertido.

Tiempo al tiempo.

Cámaras apagadas

También hace algunas entregas le revelamos que el 90% de las cámaras de videovigilancia estaban sin funcionar, la mayoría por falta de pago a los proveedores.

Inmediatamente fue negado por las autoridades municipales, específicamente de la SSC.

Sin embargo, se sabe de constantes quejas de Ministerios Públicos, abogados defensores y hasta jueces, que han solicitado imágenes para documentar algún caso o delito.

Y es que las respuestas a quienes solicitan los videos casi siempre han sido, “estaba apagada” o “no estaba operando”.

Estas quejas se están documentando.

Tiempo al tiempo.

junio 15, 2020 - 11:20 am

Por: Jorge Luis Castillo

Columnistas

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