Parecería como algo que ya se había visto.

En el año 2001 en el Centro Cultural Uno se presentó, bajo la producción de OCESA, una versión de Jesucristo Súper Estrella que llamó la atención porque el montaje era realizado por el español Hansel Cereza, co fundador de la compañía La Fura delsBaus.

Esta compañía saltó a la fama luego de su participación en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

Sin embargo, el trabajo que realizaron en México con esta puesta en escena dejó mucho que desear.

En esa puesta Erik Rubín tuvo en sus manos el papel de Judas.

Ahora, en 2019 en ese mismo escenario se pone de nueva cuenta Jesucristo Súper Estrella, de nueva cuenta con Erik Rubín en el papel antagónico.

En esta ocasión la producción es de Alejandro Gou, quien recupera las traducciones realizadas por Julissa para la primera puesta de la obra en nuestro país en 1975.

¿Qué tiene esta nueva versión? Un elenco y un montaje espectacular.

Beto Cuevas, María José, Yahir, Enrique Guzmán, Kalimba y Leonardo de Lozanne complementan el reparto que trabaja bajo la dirección de Nick Evans.

Siendo honestos el único que logra una interpretación de reconocimiento es Erik Rubín. Kalimba, María José y Beto Cuevas realizan muy buenas interpretaciones, pero carecen de fuerza dramática. Yahir está desperdiciado. Leonardo de Lozanne podría no estar en el elenco y Enrique Guzmán desperdicia uno de los mejores personajes de la obra y uno de los números musicales clave del segundo acto con una mediocre interpretación tanto vocal como actoralmente.

Sin embargo, el marco en el que se presentan estas estrellas es de primer nivel. Una producción en la que no se escatima un peso y con un ensamble que merece el reconocimiento total, mucho más que los que llevan los créditos iniciales.

Mención especial quiero hacer para Jair Campos quien interpreta a Caifas y Luis Carlos Villarreal quien interpreta a Annas, que par de voces y de actores. Hacen apariciones breves pero que erizan la piel. Qué contraste de voces y qué forma de no fallar las notas.

¿Recomiendo verla? ¡Por supuesto! Es un espectáculo digno de disfrutarse y que estará en Puebla en el mes de octubre. Los precios son elevados, pero se justifica por el montaje tan impresionante.