Morena y sus excesos de confianza

“La soberbia sólo te conduce a dos lugares: a la chingada o al panteón”,

anónimo

Morena en Puebla enfrenta un problema: tiene todo para ganar las elecciones extraordinarias del dos de junio, empero, esa condición es estar al filo de la navaja pues un error puede descalabrar a cualquier candidato. Un maldito error, uno de esos que no se espera, una llamada telefónica, una grabación, alguna fotografía, algún viejo rencor, hasta algo personal.

En esa lógica ya hay algunos morenistas como Alejandro Armenta Mier o petistas como Nancy de la Sierra y José Juan Espinosa, quienes por su actuar parecen estar jugando a que algo salga mal para que se desate una guerra en las filas de Morena y se favorezca a otro candidato que no sea Luis Miguel Barbosa. La desesperación de estos tres personajes ha llegado al nivel de tratar de deslegitimar al partido en el poder.

Hay quien asegura que ya hubo pláticas de este trío galáctico -hace 15 días- con Enrique Cárdenas para sumarle votos. Trascendió que la reunión, que aún no se confirma, la pudo haber encabezado el senador Armenta.

El senador ya no tiene nada que perder, quedó evidenciado muchas veces y mostró su faceta iracunda, desequilibrada, berrinchuda, ese rostro del que hablaba Andrés Manuel López Obrador cuando dijo el “quítate tú para que me ponga yo”. Esa cara que ya nos dice que siempre que vaya a perder va a terminar todo con violencia.

Si se confía Luis Miguel Barbosa en la campaña, si piensa que la contienda será un día de campo, puede cometer ese gran error del que hablamos al principio. Y es que los candidatos perdedores pueden hacer lo que sea. Cuando alguien va hacia la derrota puede ser muy peligroso y son capaces de traicionar con tal de vengarse.

Es cierto que ni con Cárdenas Sánchez (AN) ni con Jiménez Merino (PRI) se hace uno. Que al blanquiazul ya lo controla el Yunque, pues con la llegada de Francisco Fraile a la secretaría general del instituto político, dicha organización católica clandestina retoma el control de ese partido de derecha y que, con la llegada de don Rural, Mario Marín regresa como el héroe de la película, papá.

Es cierto que ningún candidato tiene carisma y que la sociedad poblana está apática ante tanto jaloneo del año pasado, que se tensó cuando fue la elección y Morena denunció fraude electoral a favor de Martha Erika Alonso y vino el incidente del hotel MM que aún polarizó más. Y si sumamos que el Tribunal Electoral decidió al ganador seis meses después.

Más un helicopterazo que provocó una crisis no solo política sino económica en Puebla. Más los berrinches de los diputados de Morena que se declararon en huelga legislativa, a la mayoría de los poblanos ya les vale madre, están cansados de tantos estirones. Y ya para cerrar: los pataleos de Armenta, que sólo confirma que la política en Puebla es un puto (con autorización de la RAE) circo.

Se espera que el dos de junio próximo el abstencionismo esté entre el 50 al 60 por ciento porque solo se elige a un gobernador y porque verdaderamente la gente se cansó de tanta pinche politiquería.

Así que los de Morena no deben confiarse tanto, pues si bien tienen todo para ganar, el enemigo está en casa.

Ilustración: Alejandro Medina

marzo 25, 2019 - 10:00 pm

Por: Zeus Munive

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